Conozca la labor de agrupación que se la juega en Talcahuano por los discapacitados mentales
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Como una iniciativa puramente ciudadana nació Afadice, la Agrupación de Discapacitados Psíquico-Mentales de los Cerros de Talcahuano. Uno de sus fundadores es Andrés González Alarcón, que hoy es presidente de esta organización, la cual comenzó a funcionar el 11 de agosto de 1999. "Yo tengo una hija con discapacidad mental, por eso con la sicóloga Bernardita González, que en esos años trabajaba en Consultorio de los Cerros de Nueva Los Lobos, formamos esta agrupación, y se unieron más personas. La intención era mejorar su atención", detalla.
Gracias a la determinación de estos padres o familiares de personas con problemas de salud mental, la agrupación está pronta a cumplir 16 años de existencia, beneficiando a los sectores Monte Redondo, San Francisco, Vista Hermosa, Nueva Los Lobos, Villa Badarán, Los Copihues, Los Lobos Viejos y Centinela.
En sus inicios, todo, desde la sede hasta los insumos, eran gestionados económicamente por los socios. "Con el paso del tiempo, hace como cinco años, el Servicio de Salud Talcahuano nos quiso apoyar para poder trabajar por la rehabilitación, nos empezaron a dar una subvención por cada usuario, son como tres mil pesos por cada uno, diariamente. Con eso nos alcanza para pasarles para la mitad del pasaje y para darles una colación, porque ellos están aquí de 15 a las 18 horas", explica el representante de Afadice.
En su casa, ubicada en calle El Huevillo de Nueva Los Lobos, se llevan a cabo distintos talleres para las 16 personas que son beneficiarias de este programa. Para ello, Afadice cuenta con una monitora de talleres, una monitora de rehabilitación y una psicóloga.
La dificultad para llevar adelante este proyecto, es que en muchos casos no son considerados una prioridad. "La población en general o la comunidad, ven a nuestros usuarios como distintos. Ejemplo claro es que no se sientan al lado de ellos en la micro, porque encuentran que son peligrosos. Por eso, mi llamado sería primero a los mismos familiares de estas personas, que no los escondan y que pueden venir acá", asegura.
Desde que empezaron a percibir la subvención del Servicio de Salud Talcahuano, éstos van dando de alta a ciertas personas. "Aunque yo no estoy muy a favor de eso, porque las enfermedades síquicas son crónicas y si les damos de alta van a andar por las calles, hay muchos que ni los familiares responden por ellos. No queremos que eso siga pasando", argumenta.
Hace poco, pese a que su trayectoria es larga, lograron la anhelada obtención de un lugar propio. "Arrendábamos en distintas partes con los esfuerzos nuestros, después con el Servicio de Salud empezamos a pagar el arriendo de una casa. Después pensé en ir a la Municipalidad de Talcahuano, si estamos entregando un servicio a la comunidad, y hace unos tres años comenzamos a trabajar con ellos", afirma, añadiendo que "hace un mes conseguí la subvención de 18 millones de pesos de parte del alcalde y la casa en dónde hoy estamos se compró, por eso este 11 de agosto la vamos a inaugurar, pues ya es nuestra".
Roberto Pino, uno de los usuarios de Afadice, señala que pertenecer a esta organización ha sido una muy buena experiencia. "Me he sentido grato aquí, porque me han acogido bien, voy a cumplir un año viniendo. He encontrado amigas aquí y un gran apoyo de todos los apoderados y monitores", afirma. "A mí me gusta hacer mandalas, en general cuando estoy en la casa aburrido me pongo a hacer y también hago pulseras en mis tiempos libres, porque yo sé que hay algunas cosas en que no me manejo tan bien, pero esas las hago bien", describe.
Para este joven es muy importante contar con esta agrupación, ya que sabe que con las personas con discapacidad existe gran discriminación. "Hay algunas personas que piensan que los discapacitados no hacemos nada, pero yo demuestro que hacemos hartas cosas, a veces yo tomo micro solo", ejemplifica.
Abigail Riquelme, monitora de la agrupación hace tres años, asegura que "nunca había trabajado con personas con enfermedades mentales, pero la experiencia ha sido muy buena, uno no conoce este mundo. Siempre se habla mal de personas con discapacidad mental. Nunca se dice lo positivo de ellos, la sociedad los mira mal. Con esta experiencia yo me he dado cuenta que no es así", advierte.
"Aquí todos son capaces y si uno les exigen ellos rinden súper bien y hacen cosas maravillosas. Tenemos monitores de manualidades, de educación física, yo soy la monitora de gestión y estoy todos los días con ellos. Les ayudo con las cosas cotidianas de cómo ir a comprar el pan, preparar la once, ese es mi trabajo acá", explica Riquelme.
Lamentablemente, Abigail afirma que aún existe mucha gente que a sus familiares con estas patologías los prefieren tener escondidos. "En sus casas, atrás en un pieza los tienen prácticamente alejados de este mundo. Por eso a nosotros nos interesa que se sepa que esto existe", manifiesta. J