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Hay paz: Bravo ahora sí pudo entrenar en Macul

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A fines del 2014, con Héctor Tapia como entrenador, Claudio Bravo, luego de haber solicitado entrenar con el primer equipo de Colo Colo, no pudo ni siquiera ingresar al Monumental. Esto conllevó a un quiebre de relaciones entre el capitán de la Selección y el club que lo formó. Sin embargo, esta polémica quedó atrás, ya que, ayer, el oriundo de Viluco pudo entrenar en el estadio albo bajo la dirección de Julio Rodríguez, su antiguo preparador. "Ocurrió un problema pero al margen de eso siempre para mí ha sido mi casa", dijo el meta del Barcelona. "Al margen del episodio que pasó, no existe rencor sino amor al club y a la camiseta. Quiero venir muchas veces. Y la disposición que tiene Julio de entrenarme un par de días, se agradece un montón", agregó el meta luego del entrenamiento.

En tanto, Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro, también apareció en el Monumental para darle nuevamente la bienvenida al hijo pródigo de Colo Colo y aprovechó de pedirle disculpas a Bravo por el impasse del año pasado. "Lo que ocurrió no debió pasar nunca. Le fui a pedir disculpas personalmente a Claudio y esperemos que sea una etapa superada", dijo el timonel albo. J

Moisés Villarroel: "Viajé con un permiso notarial"

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Felipe Rioseco Z.

Moisés Villarroel le dijo el 13 de marzo de 2015 a La Estrella que no conoce Valparaíso. Que nunca se ha bañado en el Océano Pacífico. Y que le encantaría jugar en Chile. Ocurre que Moisés Villarroel nació en Santa Cruz, Bolivia, tiene 16 años y defiende a la Sub 17 de su país. Y hoy este Moisés, que se enteró por Google de la existencia del otro Moisés, el mito de Wanderers, se convirtió en el nuevo refuerzo de Universidad de Chile.

Se trata de un volante sumamente aguerrido, dueño de un físico superdotado y calificado por peritos en fútbol como el jugador con más proyección de Bolivia. Debutó por el Blooming cuando tenía apenas 14 años y a los 16 ya era titular indiscutido. En el último año, incluso, fue convocado dos veces para la selección adulta de su país y estuvo cerca de jugar la Copa América de Chile.

Villarroel, que juega como volante mixto, llegó anoche a Santiago y hoy se someterá a exámenes médicos. Luego, cuando se compruebe que sus huesos están sanos, firmará su contrato con la U.

"Sé que es un equipo grande, que pelea títulos. Me acuerdo de la época de Sampaoli en que lo ganó todo. Tiene una hinchada increíble".

"No sé cuántos años serán de contrato pero lo primero es tratar de jugar ahí, luego consolidarme y ojalá salir a Europa".

"Están un poco tristes por mi partida pero a la vez felices, estoy cumpliendo uno de mis sueños. Mi madre me acompañará".

Se trata de Helga Angulo, una señora sumamente católica y que bautizó a sus tres hijos con nombres bíblicos: Jesús, Abel y Moisés. Ella, junto a su representante, José Carlos Fernández, y algunos dirigentes de Blooming, acompañarán a Villarroel durante sus primeros días en Santiago.

"Sí, sí. Tuve que pedir permiso notarial". J

"Estoy contento por la oportunidad y trataré de aprovecharla al máximo", dijo Moisés Villarroel, el joven futbolista santacruceño, a La Estrella. Su llegada a la Universidad de Chile, explica, la planificó José Carlos Fernández, su representante y ex arquero azul. Y la idea, añade, es integrarse inmediatamente al primer equipo y no pasar por las series menores. "Parto con la maleta llena de ilusión y tratar de demostrar todo lo he aprendido, lo que he hecho en este poco tiempo que he jugado en Blooming y tratar de también mejorar cada día más", añadió.