cronica@estrellaconce.cl

Al más puro estilo de las figuras de Europa fue la bienvenida que Valparaíso y los seguidores de Wanderers le hicieron ayer a David Pizarro, en el estadio Elías Figueroa de Playa Ancha.

Los miles de hinchas caturros, que agotaron las entradas en tres horas, esperaron expectantes el regreso del "Fantasista" al puerto. Desde temprano las galerías se llenaron de camisetas verdes y en los alrededores del estadio se sentía una atmósfera de partido. Eran cerca de las 17.00 horas cuando hicieron ingreso a la cancha jugadores de las divisiones menores del club, que formaron un "callejón", a la salida del túnel para recibir a Pizarro.

Apenas el ex Fiorentina pisó el césped, el estadio se vino abajo y el volumen de los cantos subió hasta las nubes. El mediocampista se detuvo en la mitad de la cancha y, emocionado, se tapó la cara con ambas manos, casi llorando. Posteriormente se acercó a la galería norte, donde siguió con el brazo en alto los cánticos de la barra Los Panzers y gritó con el "Alegría".

El estadio se enmudeció cuando Pizarro tomó el micrófono: "Gracias por la espera, fueron 16 años en los cuales siempre seguí ligado al club y a lo que pasaba con Valparaíso. Hoy el vagabundo está de vuelta", dijo y a continuación comandó el clásico "Ese-A-Ene".

El recién nombrado ciudadano ilustre de Valparaíso, siguió saludando a los wanderinos y firmó varias camisetas mientras los flashes de las cámaras rodeaban su cara.

"Estas son cosas que no se van a olvidar nunca, van a quedar siempre en mi corazón. Lo de hoy y lo que fue la firma, fue un momento muy importante para mí y no lo había sentido en las otras contrataciones", dijo el campeón de la Copa América con Chile.

El porteño reveló que antes del torneo continental había tomado la decisión de volver a Valparaíso y bromeó diciendo que dejará solo en la Fiorentina a Matías Fernández. "El Mati ya lo sabía", confesó sonriendo, para luego seguir saludando a la gente y regalarle su camistea a un niño de 5 años que no quiso perderse esta bienvenida. J

Pocas opciones, por no decir ninguna, dejó la ministra de Deportes Natalia Riffo, a la chance que se había especulado de que Azul Azul podría pedir la concesión del Estadio Nacional para jugar y administrar el coloso de Ñuñoa por algunos años. "No tenemos ningún tipo de plan para concesionar este espacio deportivo", fue la tajante respuesta de la ministra oriunda de Concepción quien a la vez agregó que "no hemos recibido ninguna llamada como para estudiar la posibilidad de ceder el espacio a la U".

Con respecto a lo anterior, la funcionara de Gobierno recalcó que, como Ejecutivo, la finalidad de trabajar en el recinto de Ñuñoa es sólo una. "Seguiremos trabajando para que este recinto sea de todos los chilenos, como corresponde. Este estadio tiene mucho significado", sostuvo Natalia Riffo, dejando con ello sin opciones a Universidad de Chile para concesionar el reducto.

Cabe recordar que esto surgió de las declaraciones del alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, quien aseguró que la idea de un comodato a favor de los azules era una opción viable. J