Colegio entero llora partida de alumna atropellada por el tren
l Mario Saavedra Ponss
Cientos de claveles blancos, que simbolizaron la despedida de sus amigos y compañeros, cubrieron el ataúd de Andrea Ibáñez Pozas, de quince años. La niña falleció tras luchar una semana en el hospital, luego de que fuera impactada por un tren en el cruce de la estación Costa Mar, en San Pedro de la Paz.
Su pelea contra el pronóstico médico se vivió en cada pasillo y sala de clases. Los alumnos escribieron mensajes en cartulinas y los pegaron en las paredes, puertas, ventanas y pizarras. Las palabras, #FuerzaAndrea se replicaron durante siete días en las redes sociales de los niños y sus apoderados. Hoy, buscan entender el significado tras la muerte de la menor y, en medio de la amargura, esperan hallar el sentido a través de los recuerdos que la joven dejó en cada uno.
Valiente
Entre abrazos y lágrimas, sus compañeros del 2º B, recordaron que su apodo refleja todo lo que luchó. A ella, explicaron, le decían "Valiente", por su parecido con el personaje de la película "Valiant", en donde la protagonista es una joven pelirroja, igual que ella, con una voluntad inquebrantable. En el gimnasio en el que se celebró una ceremonia en su honor, quedó un lienzo con un dibujo en el que destacan sus cabellos rojizos, acompañados por las manos pintadas de todos sus amigos del equipo de básquetbol.
El profesor de Educación Física, Marcelo Rabanal, explicó que "los niños escribieron su apoyo en carteles y corazones que pegaron en el colegio. Los mensajes tienen el número 11 porque esa era ella cuando jugaba. Desde el minuto del accidente ella tuvo mucha gente que la apoyó porque no sólo era querida en su curso, sino que de otros cursos también la querían por el tema del deporte".
Sufrieron en la semana
Su accidente golpeó duro al colegio. Como todos los estudiantes, esa jornada Andrea Ibáñez había terminado con sus clases cuando, por causas que son motivo de una investigación del Ministerio Público, fue impactada por un tren de carga que la arrojó a un costado de la vía férrea.
Compañeros y apoderados del San Ignacio reconocieron su uniforme y fueron a ayudarla hasta que llegó una ambulancia que la llevó al consultorio de Candelaria. En menos de una hora, sus compañeras y amigos supieron del accidente a través de mensajes de Whatsapp.
Al día siguiente y mientras ella estaba en el Hospital Regional, en el colegio ya hacían misa para pedir su recuperación. Desde ese momento, todos vivieron en la angustia. Incluso los apoderados que trabajan en el centro asistencial, apoyaron a la familia de la niña, según contaron en el colegio.
Legado de alegría
Según explicó el rector Rodrigo Sepúlveda, "todos nos hemos unido en el dolor del otro. La comunidad, en distintos momentos, manifestó el profundo amor y vida que dejó Andrea en nuestro colegio. Ella dejó su alegría, fuerza y entusiasmo en todos los lugares en los que estuvo con nosotros, desde kinder cuando la conocimos, hasta el día de hoy mientras participaba en una serie de actividades".
Cabe señalar que, desde el establecimiento, se informó que tanto los niños como los apoderados están siendo apoyados en estos difíciles momentos. "Todo nuestro equipo está trabajando de acuerdo a nuestras planificaciones para contener a nuestra comunidad", dijo el rector. J
"Todos nos hemos unido en el dolor del otro",
Rodrigo Sepúlveda, rector colegio San Ignacio.
l Andrea Ibáñez vivía en el sector San Pedro de la Costa e iba todos los días hacia el valle a sus clases en el San Ignacio. Sus familiares, vecinos, amigos y compañeros, se reunirán hoy al mediodía en el gimnasio del establecimiento para honrarla con una última ceremonia litúrgica. Después de eso, la acompañarán a su funeral en el cementerio General de Concepción.
"Los niños
escribieron su
apoyo en carteles
que pegaron en
el colegio"
Marcelo Rabanal