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Conozca los secretos de un fabricante de mesas de pool

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cronica@estrellaconce.cl

Guillermo Arévalo tiene 63 años y ha pasado más de la mitad de su vida reparando y fabricando mesas de pool. En más de tres décadas ha construido más de 500 de ellas y sus trabajos se encuentran desde Santiago hasta la isla grande de Chiloé. ¿Cómo surgió su pasión por este rubro? Todo partió cuando este instrumentista e ingeniero eléctrico egresado de la Universidad Técnica del Estado (actual UBB) quedó sin trabajo, hace unas tres décadas.

"Estuve harto tiempo sin pega y me pregunté ¿Qué hago? Por ahí compré una poolina y la desarmé. Después compré una mesa profesional de pool, pero vieja, la que también desarmé y ahí comencé a orientarme. No sabía tornear y me compré un torno", recuerda. Así, poco a poco fue perfeccionándose en la técnica de construir estas piezas claves para el popular juego.

"El tiempo que demoro en fabricar una es relativo. Depende de si tengo todos los materiales y si las patas están torneadas, me demoro entre diez a quince días", explica.

desde la madera

En cuanto a los materiales señaló que utiliza madera chilena como mañío, raulí, castaño y coihue. "Las maderas nativas son buenas para fabricar las mesas y sobre todo para las patas, ya que soportan las cuatro losas y las bandas, que hacen un peso aproximado de 500 kilos", señala. Las cubiertas de las mesas pueden ser de tres tipos de losa: de hormigón, de granito y mármol.

Guillermo Arévalo sostuvo que las mesas de pool son dos cuadrados perfectos y es proporcional ya que el ancho deber ser dos veces el largo. Su altura promedio es de 80 centímetros. "Pero si le voy hacer una mesa a un gringo, que mide dos metros y algo, debo hacerla mínimo de un metro", sonríe.

Las otras medidas que varían son las de las troneras, que es la pieza metálica donde golpean las bolas y que va sobre las buchacas (recipiente donde caen las bolas). "La proporción es de acuerdo a la bola, ya que hay de: dos pulgadas un cuarto, de una pulgada tres cuarto y de una pulgada y media, se van achicando, depende de las mesas más grandes y más chicas", detalla.

tipos y valores

Otra de las particularidades de Arévalo es que aprendió a trabajar muy bien en el torno y uno le puede pedir las figuras que quiera para adornar las mesas o el diseño que estime conveniente para las patas. Además realiza unos hermosos tallados en la madera para personalizar aún más las mesas. Él, además, entrega la mesa nivelada, con las bolas, tacos, taqueras, marcador, triángulo, tiza y diablo, es decir, con todos los implementos. "Eso tiene un valor y la instalación es gratis", señala.

Los valores de sus trabajos parten desde el millón 800 mil pesos, un millón 200 mil pesos, $800 mil y $650 mil la más económicas, pero las vende con todo los implementos mencionados anteriormente.

"Hago mesas de tres cuarto, un cuarto, de media, de un match. Estas son medidas americanas", explica. Las más vendidas son las de tres cuartos, que es de unos 60 centímetros por 2.90 metros. "El campo de juego debe ser el ancho de la mesa por dos de largo", precisa.

El trabajo más caro que realiza es la mesa con patas estilo normando, que es una mesa de pool que incluso se puede utilizar de comedor. "Construyo una mesa de comedor, que a simple vista se ve tal cual, pero uno le saca la cubierta y abajo aparece una mesa de pool. Esta mesa es la más cara, es decir, un millón 800 mil pesos", afirma el artesano.

En los precios también influyen las patas, que pueden ser cuadradas, torneadas o pata normando.

Si uno desea una mesa de pool de rápida o lenta va depender del paño si es más grueso o no. "Si el paño es más delgado la bola va a correr más rápido y de lo contrario, si es más grueso, la bola se desplazará más lenta", señala.

Los paños que cubren la superficie de las mesas son de diferentes colores, pero el más común es el verde. Al respecto, Arévalo indica que "si uno pone paños de colores, como el rojo u otros colores, cansa la vista. El verde no cansa la vista al jugar. Los colores que tienen las bolas, son prácticamente los mismos colores que existen en los paños.

instalación

El fabricante de mesas de pool agrega que el principal problema que se le presenta cuando va a instalar una de estas estructuras es que los espacios son muy pequeños y los tacos chocan con las paredes. "Lo otro que pasa es que los clientes piensan que la mesa no va a quedar perfecta, pero una vez que comienzan a jugar me llaman para felicitarme por mi trabajo y eso me llena de orgullo".

Los interesados en los trabajos de Guillermo Arévalo lo ubican a través de su celular o bien a su taller ubicado en Las Salinas, Talcahuano. "Nos contactamos y vienen para acá y me dicen qué tipo de mesa quieren y con qué materiales la construya. Una vez que está terminada la trasladamos en un camión y voy para armarla".

Guillermo recuerda que durante el terremoto del 27F muchas mesas se destruyeron. "Mucha gente me llamó para reparar sus mesas, pero no di abasto para todas, ya que eran muchas y aparecieron otros señores que reparan solamente las mesas", dice. También fabrica mesas de billar y tacos, pero de los pequeños, en su torno. "Es un poco difícil, así que los compro mejor, ya que a veces la madera no está seca y al tornearla se puede producir una curva", dice.

Arévalo está casado hace más de treinta años, tiene tres hijas y cinco nietos, pero lamentablemente nadie de su familia seguirá con su oficio. "Esto se pierde aquí, cuando muera nadie seguirá con esto", manifiesta.

El hombre trabaja solo, pero cuando tiene que trasladar las mesas llama a gente para que le coopere. En cuanto a la complejidad del trabajo, el chorero señala que lo más difícil es el torneado y el tallado, dependiendo de las figuras que le pidan. J