l Felipe Placencia Soto

Los tradicionales 21 cañonazos se escucharon como nunca por toda la bahía de Talcahuano y la bandera chilena flameó elegante por la brisa marina, en una nueva conmemoración de las Glorias Navales que se llevó a cabo ayer para recordar los 136 años de la gesta del capitán Arturo Prat con la corbeta Esmeralda.

Fueron cientos de choreros y de otras comunas los que llegaron a ver cómo desfilaban los soldados de todas las ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden: Armada, Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros.

Dentro del público había una joven que miraba a uno de los marinos con mucho orgullo. Se trataba de Javiera González, quien viajó desde Chillán Viejo a Talcahuano para ver cómo su pololo, Joseph Moraga, rendía honores junto a sus camaradas de armas.

"Es un amor a la distancia. Estoy con Joseph hace dos años y cinco meses. Estoy súper orgullosa y puede que el otro año me toque a mí estar aquí desfilando, porque estoy postulando ahora a la Marina", dijo Javiera, en medio del desfile.

A su lado estaba el papá de Joseph, Cristián Moraga. "Él está en la cuarta división y va en la primera fila. Entró a la Marina este año. Estoy muy orgulloso de mi hijo", manifestó el padre.

Igual de entusiasmado estaba el hermano del joven, el pequeño Javier Moraga, quien se disfrazó de marino. "Cuando grande quiero ser como él", dijo. J