l Fabián San Martín D.

Marcada por el recuerdo de Exequiel Borvarán y Diego Guzmán, los alumnos de la universidad Santo Tomás asesinados el 14 de mayo al finalizar una manifestación, fue la marcha realizada ayer en Valparaíso en el marco de la Cuenta Pública Presidencial, y que terminó con millonarios destrozos, saqueos, detenidos y un manifestante herido de gravedad.

Miles de personas -6.000 según Carabineros- se reunieron en la Plaza Victoria para caminar por avenida Pedro Montt hacia el Parque Italia. Representantes de los profesores, estudiantes, exonerados y presos políticos, entre otras organizaciones gremiales, se manifestaron exigiendo sus reivindicaciones.

En calle Francia aparecieron las primeras barricadas e intentos de sobrepasar las vallas papales. Volaron objetos contundentes hacia Fuerzas Especiales, los que respondieron con el lanzaaguas y gases lacrimógenos. Los manifestantes se replegaron y grupos de exaltados armaron barricadas en calles paralelas a Pedro Montt como Carrera y Freire.

En esta última arteria vándalos sacaron de su base un semáforo y señalética. Otros efectuaron rayados a locales comerciales y quebraron vidrios de un supermercado y otros locales.

Saquearon una farmacia y una sucursal de una empresa de telecomunicaciones. Al interior habían obreros en faenas de remodelación, cuando un grupo de personas levantó la cortina metálica con un letrero vial. Mientras los obreros se refugiaban en una bodega, la turba sustrajo herramientas de trabajo, cajas de cerámica, entre otras especies de valor, además de generar cuantiosos destrozos.

En forma paralela jóvenes se agruparon en las plazas Simón Bolívar y Victoria, y otros en la calle Molina, afuera de la casa de Giuseppe Briganti, el imputado de las muertes de Exequiel y Diego. "Asesino, asesino", gritaban, mientras un individuo lanzaba piedras al inmueble y pateaban la puerta. "Asesino", y "enfermo social", rayaron en el frontis de la propiedad. Fuerzas Especiales intervino para prevenir daños mayores.

estudiante herido

El hecho más grave se produjo cerca de las 12.30 horas en avenida Pedro Montt, cuando el estudiante de Letras de la Universidad Católica, Rodrigo Avilés Bravo, de 28 años, sufrió una caída golpeando su cabeza contra el suelo. Carabineros lo trasladó al hospital Van Buren, donde de acuerdo a lo informado por el director del recinto, Dr. Juan Castro, ingresó a la UCI con compromiso de conciencia por una herida contuso parietal, un TEC grave que le provocó un hematoma subdural y hemorragia cerebral, por lo que debió ser intervenido para instalarle un captor que mida la presión intracraneal.

Su estado es de extrema gravedad, sin riesgo vital. Al Van Buren llegó una veintena de lesionados tras la protesta, entre ellos presos políticos en huelga de hambre afectados por los gases.

El jefe de zona, general Julio Pineda, señaló que no habría participación de su personal en las lesiones del universitario, pero acompañantes del estudiante declararon a la PDI que el joven cayó de cabeza al suelo tras recibir de lleno en el rostro un chorro del "guanaco". Incluso aportaron un video a la investigación que captó el incidente. La marcha dejó una balance de 41 detenidos, de los cuales 29 son varones y 9 menores de edad.

Según el municipio, se vio afectado el mobiliario público (bancas y luminarias tipo San Francisco) en Parque Italia y plaza Victoria. Además vándalos dañaron semáforos y luminarias en diversos sectores. J

l Ayer, Olga Salinas se paró en la misma plaza donde una semana antes una bala le arrebató a su hijo Exequiel. Había pedido distancia prudente de Carabineros con los manifestantes y ambulancias para la marcha, situaciones que estima no se cumplieron. Le pareció mal que atacaran la casa de Briganti. "Quiero creer en la justicia, sería un signo potente para la comunidad, para que los padres pierdan el miedo de que sus hijos salgan a manifestarse", dijo Olga, quien reiteró el llamado a que le devuelvan el chip de su celular que perdió, donde hay recuerdos de su amado hijo.