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La iglesia fue la cancha y el altar un arco para el mejor gol del artillero Andrés Vilches

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Ni el vuelo de espaldas al arco para su golazo de chilena ante Universidad Católica por el reciente Clausura, jugando en el estadio CAP bajo la mirada de miles de hinchas, ni el tanto de cabeza que se mandó ante la "U" en el mismo recinto y por el mismo torneo, fueron tan buenos, o tan importantes, como el "golazo" que se acaba de mandar este fin de semana el delantero de Huachipato, Andrés Vilches.

Y no fue dentro de la cancha ni vestido de corto con la camiseta acerera, sino que este partido fue en otro terreno y en otras lides: ante los ojos de sus amigos, familiares y de Dios, al dar el sí en el altar y contraer matrimonio con Karen Azócar, en una íntima ceremonia efectuada en Coronel la tarde del sábado, un día después de haberse casado en el Registro Civil.

Pese a que no había 500 invitados ni cámaras faranduleras como hace un par de meses ocurrió el Club Hípico de Santiago con las nupcias de Arturo Vidal, para el goleador de 23 años la felicidad fue la misma, o quizás mayor, en la sencilla Iglesia Atrios de Sión del sector Cerro Obligado de Coronel, donde pudo compartir con su entorno más cercano uno de los momentos más importantes de su vida, la unión para toda la vida con su amada.

De humita y pañuelo

"Aquí en la casa, esperando la hora", fue el primer mensaje por WhatsApp de Andrés para dar el dato de que estaba a poco de pisar el palito y cambiarse al equipo de los casados. La Estrella le siguió la pista aquel 16 de mayo, jornada que quedará para siempre en su retina.

Un perfecto traje negro, camisa blanca, humita, chaleco y pañuelo rojo intenso al bolsillo, guantes blancos y más peinado que cuando salta a la cancha fue la pinta con que se paró en el altar el "9" metalero para esperar la llegada de su blanca y reluciente Karen, bajo el aplauso del centenar de invitados.

Palabras de rigor del pastor (se casó en una iglesia evangélica), juramento de amor eterno y la postura de anillo que se selló con un gran beso, fue el resumen de la ceremonia, para luego emprender el paseo de los recién casados.

"Uno de los días más felices de mi vida", expresó Vilches, añadiendo que "a mi mujer la conocía cuando tenía 14 años, hoy es la madre de mi hijo, un pilar fundamental en mi vida y mi carrera".

"Desde ahí estamos juntos, ya llevamos nueve años, ella ha estado en todas, me acompañó a Valdivia cuando me mandaron a préstamo, dejando de lado su trabajo incluso", subrayó Vilches.

Tras el casamiento y el tradicional paseo, la feliz pareja retornó al Stadio Italiano, camino a Coronel, para seguir con la fiesta. Y ahí esperaban: padres, familiares, amigos y el pequeño Jaime, el hijo de 4 años, además de los compañeros de equipo en Huachipato, Brayan Véjar, Ányelo Sagal, Leonardo Povea, Martín Rodríguez y Juan Carlos Espinoza, dando inicio a la celebración que se extendió hasta pasada las cinco de la mañana.

De la micro al altar

Un día especial para el goleador, quien no perdió el tiempo en estas vacaciones, lo mismo que hizo cuando recién tenía 14 años y conoció en el liceo a su actual esposa luego que se la presentara un amigo.

Antes de dar el sí, el jugador metalero recordó el día en que por primera vez logró convencer a Karen para el primer beso: "Me acuerdo que fuimos a ver jugar a mis compañeros a Las Higueras, y cuando nos veníamos de vuelta en la micro, nos besamos, ahí la convencí y empezamos a pololear", recordó el autor de diez goles en el último campeonato de Primera A, revelando que fue él quien se la jugó por pedirle matrimonio a su amada: "Cuando terminé de jugar la Copa Sudamericana me propuse pedirle matrimonio y unirnos para toda la vida".

Ahora la pareja se va de luna de miel a Punta Cana por ocho días, tras lo cual el artillero volverá a meterse de lleno en su pretemporada con Huachipato, donde seguirá jugando, a menos que lleguen ofertas (tiene contrato vigente), y lo hará ahora con el traje de casado y la argolla en su mano izquierda testigo de este nuevo paso dado en el altar. J