Bella Dani Urrizola se arriesgó con paseo por la favela
l Karen Loreto Retamal
Quería saber cómo era y, quizás, desmitificar todas las cosas que había escuchado de uno de los lugares más peligrosos del mundo: las favelas de Brasil. Así que, aprovechando un viaje del pasado fin de semana largo, la modelo y sicóloga penquista, Daniela Urrizola se las emplumó a Río de Janeiro, donde vivió una experiencia que calificó de "buena, pero con mucho miedo".
el tour
Daniela siempre quiso conocer este particular lugar brasileño, "Tenía ganas. De verdad que quería ir. Le insistí a mi pololo, él me decía que no, porque no era seguro", contó. Sabía que necesitaba un contacto para poder entrar, así que preguntó en el hotel, pero se hicieron los lesos.
No obstante, un tour al Cristo Redentor cambiaría sus planes. "Nos subimos a un taxi y me cayó bien el taxista. Nos empezó a ofrecernos otros tours y le pregunté si iban a la favela y me dijo: 'Te llevo'. Me contó que tenía un amigo que nos podía hacer entrar", relató.
"Yo quería ir al otro día, pero como íbamos para el mismo lado, me dijo que fuéramos al tiro. Mi pololo me decía que lo viéramos después, pero yo quería ir. Cuando nos bajamos, me retó, me dijo que mientras nosotros estuviéramos en el Cristo… él iba a llamar para avisar que iría con nosotros para asaltarnos", agregó.
Pero fueron igual y todo lo que ella había pensado, de recorrer la favela en automóvil no sería tal. "Me había hecho una idea, pero nada qué ver. Nunca me dijeron que el recorrido era a pie", dijo la penquista, quien en ese momento dudó de su decisión, pero le dio para adelante no más.
Caminó con su pololo y su guía. No le explicaron el recorrido… solamente caminaron hasta llegar a un lugar donde tenían una vista del lugar en pleno, ideal para tomar fotografías.
Luego, los llevaron por un camino estrecho y pasaron de casa en casa para avanzar. "Ahí me asusté, porque no entendía por qué pasábamos de casa en casa. Creo que fue el momento que más miedo me dio, no por perder cosas materiales, sino que me hicieran algo", señaló.
No obstante, el fin era llevarlos hasta una azotea con mejor vista panorámica. Daniela pensó que hasta ahí llegaba el recorrido, pero no. Después de eso se adentró en la favela misma.
"Entramos por unos pasillos estrechos, con escaleras…es un verdadero laberinto. Ahí ves cómo viven. Los contrastes son impresionantes. Ellos van pidiendo permiso, nos hacían saludar en diferentes tramos a gente con caras medias raras jajajá. Avanzamos hasta que tuvimos a parar porque empezaron a silbarse entre ellos, de diferentes lugares. Tenían sus códigos y el tipo nos dijo que ya no era conveniente seguir avanzando. Que era más de lo mismo", contó.
"El tour duró como una hora y efectivamente da susto, porque no sabes a lo que vas. Te dicen que Brasil es peligroso y meterte al epicentro del peligro, es ridículo. Yo quería saber cómo era y desmitificar esto".
"Sí, me gustó correr este riesgo. Quería grabar y tener esa experiencia para mí". J