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Una de las postales que dejó la derrota de Chile ante Brasil por 1-0 en el Emirates Stadium de Londres, que hizo furor en internet y que dejó el resultado de la Roja en segundo plano, fue la entrada de un vialino a los pastos del Arsenal.

Cuando transcurría el segundo tiempo del disputado encuentro, tres personas del público ingresaron a la cancha y la acción se detuvo por algunos minutos. Los individuos fueron dos brasileños y un chileno, pero lo que no pasó piola y le infló el pecho a los hinchas del Almirante, es que el compatriota colado lucía una camiseta de Fernández Vial. Además, el fanático tenía en sus manos una bandera amarilla con la consigna "No matarán al A.F. Vial, save our club", que mostró al público frente al capitán Claudio Bravo.

El motivado joven se llama Gonzalo Tahiel y está erradicado en Inglaterra hace algún tiempo, donde se encuentra estudiando. Su inusual acción, debido a la situación institucional que tiene a Fernández Vial desafiliado sin competencias oficiales, causó sensación en distintas redes sociales, donde la campaña para hacer resurgir al histórico club agarró más vuelo.

"El hecho no corresponde, pero uno ante todo es vialino y no deja de ser hincha. Dentro de lo prohibitivo puede ser entrar a una cancha, es un orgullo ver nuestra camiseta en un estadio así y que el joven pudiese hablar con Claudio Bravo. Yo creo que no debería complicarse la campaña por la interrupción de este chico, que si lo ubico de la barra", expresó José Chávez, uno de los creadores de la Furia Guerrera a mitad de los años 80.

En tanto, Guillermo Jarpa, ex dirigente del club, manifestó que "yo iba conduciendo cuando escuché por la radio que el muchacho que entró tenía una camiseta de Vial. No lo conozco, pero nos da alegría que pudiera manifestarse por nuestra causa en un partido tan importante. Es bonito todo este apoyo desde el exterior y ojalá la ANFP pueda aceptar la propuesta de reincorporar al club". J

El cansancio y las tensiones propias de una rutina en que todo es para "ayer" nos pasan la cuenta, y es que este "agotamiento" que se manifiesta en dolores en distintas zonas del cuerpo, también puede comprometer las emociones y nuestras sensibilidades.

Sin embargo, la actividad física nos ofrece alternativas para salir adelante y mejorar nuestra calidad de vida.

Con Pequeños y sencillos ejercicios en nuestros lugares de trabajo es posible que la musculatura actúe y de paso, emerjan emociones positivas que nos otorgen la sensación de bienestar a esas molestias. Se trata de rutinas breves, que no requieren de elementos sofisticados, sino que de la voluntad y las ganas de sentirse mejor en un mundo complejo.

Por ejemplo, una buena medida es detenerse un minuto, tomar inhalar, elevar los brazos tal y como si se estuviera estirando y lentamente botar el aire por la boca, dejando caer el tronco hasta apoyar la cabeza con las rodillas por unos 30 segundos.

Al incorporarse separe un poco las piernas, ponga sus manos en la cintura y rote el tronco hacia un lado y luego hacia el otro, alternadamente.

Para finalizar, camine en punta de pies y luego sobre los talones, alternando ida y vuelta por distancias cortas, incluso si no tiene espacio suficiente para desplazarse hágalo en su lugar, despegando los talones del suelo y apoyando el peso de su cuerpo sobre la punta de los pies durante 3 segundos y luego apóyese sobre sus talones elevando la punta de los pies, repita por 10 veces alternando.

Antes de cerrar este ciclo, abrácese tratando de juntar sus manos en su espalda y felicítese por haberse regalado este rato de descarga de tensiones y sana distracción.