Extranjeros recuerdan apoyo que vinieron a prestar tras catástrofe
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El terremoto 8,8 del 27F no tardó en ser noticia en otros países de Latinoamérica y todo el mundo. De igual forma, la ayuda extranjera no tardó en llegar a las zonas más afectadas por el terremoto y tsunami que dañó parte de las costas del país.
Algunos de los que brindaron ayuda a los sectores más afectados fueron los integrantes de la Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco Azteca, mejor conocidos como los "Topos Mexicanos".
Ramón Flores, integrante de la brigada de rescate que participó el 2010 en nuestro país, cuenta que "nos encontrábamos culminando nuestro trabajo en Haití, cuando íbamos a regresar a Sudamérica para continuar con nuestras labores de capacitación y nos enteramos del terremoto que había afectado a Chile el 27 de febrero. Al darnos cuenta de la magnitud de la catástrofe, decidimos partir el 1 de marzo para sumarnos a la búsqueda de las víctimas en Concepción".
Flores sostiene que, al momento de llegar, se sumaron a la búsqueda y recuperación de víctimas. "Durante tres días permanecimos en Concepción, luego de ver que la situación ya estaba controlada por la cantidad de equipos y búsqueda de rescate internacionales, decidimos trasladarnos y enfocar nuestro trabajo a las zonas más vulnerables y que la ayuda era escasa", añade.
Carol Chaman Comotto, otra integrante de los "Topos", señala que se encargó de comandar a los brigadistas que trabajaron en asistencia social, remoción de escombros y asistencia médica por 20 días.
Desde que viajaron a prestar su ayuda no se han desvinculado del todo de nuestro país, pues en varios ocasiones han venido a realizar capacitaciones a brigadistas chilenos con técnicas, procedimientos y criterios para facilitar el acceso y la obtención de ayuda en caso de emergencia.
médicos
Otra agrupación que prestó ayuda al país en 2010, fue Médicos Sin Fronteras, grupo internacional que ofrece su ayuda médica a víctimas de desastres naturales o humanos. Fueron alrededor de 20 trabajadores de dicha organización que vinieron a brindar ayuda, entre médicos, enfermeras, logistas y psicólogos, provenientes de España, Panamá, México, Bolivia y Argentina.
Carolina Heidenhain, encargada de prensa y quién estuvo en terreno en las actividades que realizaban los profesionales de la salud, señala que "nos centramos en las regiones más devastadas, que eran Maule y Bío Bío. Como en la zona costera hubo un fuerte tsunami, obligando a sus habitantes a refugiarse en los sectores más altos de los cerros, mucha gente perdió sus casas y todas sus posesiones, y debió acampar precariamente con refugios improvisados. Ante esta situación, una de las prioridades para nosotros fue la distribución de artículos de primera necesidad para mejorar las condiciones de vida de los afectados. Entregamos kits de higiene, mantas, bidones, lonas de plástico y rollos de cuerda para refugios, que beneficiaron a más de 5 mil familias". "También realizamos donaciones de insumos médicos para cubrir necesidades puntuales en 17 centros de salud, además de realizar consultas médicas a través de clínicas móviles", añade.
Pierre Garrigou, logista argentina que también brindó apoyo a los afectados por el terremoto, afirma que "a los tres días después del terremoto había una cantidad enorme de ayuda. En Curanipe al principio no había nada, luego de unos días ya había médicos voluntarios en el puesto de salud local. Fueron los primeros indicadores que la zona comenzaba a recuperarse rápidamente".
En la región también fue destacado el apoyo del gobierno peruano, que envió un Hospital de Campaña que prestó ayuda y atención en Hualpén. J