arquero gustavo merino Tiene apenas 18 años y ya es un crack en Naval
l Carlos Paz Durán
Desde el 9 de diciembre del 2012, cuando Nery Veloso tapó tres tiros en la definición a penales del título del Clausura ante Unión Española en el CAP, que ningún arquero de un club de la zona había tenido una actuación tan recordada en esa faceta.
Ninguno hasta que Gustavo Merino contuvo el domingo dos remates desde los doce pasos en el triunfo por 2-0 ante Valdivia en el Municipal de Hualpén, ambos en el primer tiempo.
Fue, en parte, la redención para un jugador de apenas 18 años de edad (06-06-1996) que en la primera fecha de la actual fase se hizo expulsar en el 0-3 ante Linares (recibiendo dos fechas de castigo), pero también la confirmación de que tiene clase en los guantes y el cuerpo.
"Fue emocionante tapar dos penales. Es algo atípico, pues contener uno ya es difícil", comentó Merino, quien aseguró que "supe esperar la ejecución", aunque tampoco negó que "tuve algo de suerte".
"Aparte de mantener la ventaja, esas tapadas como que le dieron más ánimo a mis compañeros para no bajar el ritmo de juego", adicionó.
Quien está en el Ancla desde la serie Sub 13, y que debutó profesionalmente el 26 de septiembre pasado con un 0-1 frente a Puerto Montt en Tomé, indicó que "con el correr de los partidos siento que me he ganado la confianza del plantel. Eso me tiene tranquilo".
"También aprendí la lección que me dejó la expulsión en Linares. No puedo dar ventajas para que alguien me quite el puesto", recalcó quien se ganó el apodo de "Pescado", y que el domingo se llenó de aplausos provenientes, entre otros, de su polola Catalina Francisca, de su padre Cristián, quien hasta el 2014 fue dirigente del Fútbol Joven del club, y de Andrés (20 años), su hermano mayor que también integra el equipo, y con quien ha tenido el privilegio de jugar varios lances en la divisional.
El DT Felipe Cornejo fue otro que sumó a los aplausos: "El triunfo fue de todos, pero claro, atajó dos penales, algo que no se ve todos los días".
Jorge Yáñez, paramédico del Ancla que ante las precariedades que vive el club ha debido hacer hasta de profesor de arqueros, cerró el círculo con una frase típica de él: "Se las mandó mi chiporrito". J
l Aunque ni siquiera lleva medio año jugando en el profesionalismo, Gustavo Merino ya tiene planes, y no son menores... ni para mucho tiempo más. "Pretendo consolidarme en Naval y luego partir a un club más grande", indicó el nacido y criado en Lenga, donde vive con el resto de su grupo familiar, que completan su madre Angélica Herrera, y Patricio, que es su hermano menor, y quien a los 9 años de edad ya vislumbra como un formidable centrodelantero.
l El padre del "Pescado", Cristián Merino, también fe arquero, pero en el fútbol amateur. "Con 15 años debuté en la serie de honor. Jugué por Milán, El Triángulo y Los Halcones. Fui campeón del Torneo Intercaletas y era tan bueno como mi hijo para atajar penales", afirmó el jefe de familia. J
l El 10 de octubre pasado, en Tomé y ante el SAU, Andrés Merino disputó su primer lance oficial al lado de su hermano Gustavo en Naval. "Fue una bonita experiencia", dijo quien juega de defensa o contención. De su consanguíneo indicó que "está para grandes cosas, pero se tiene que pulir aún más". J