l Mario Saavedra Ponss
Un nuevo incendio volvió a conmocionar a los vecinos de los pabellones de Lota. El siniestro comenzó durante la mañana de ayer, mientras gran parte de los residentes dormían hasta un poco más tarde, por ser domingo. Uno de ellos, voluntario del Cuerpo de Bomberos de la comuna, debió luchar contra las llamas que consumían su propia casa.
Los vecinos del sector Isidora Goyenechea, frente al colegio del mismo nombre, corrían desesperados buscando ayuda. Otros trataban de rescatar sus bienes y cuidar de los más pequeños. La hermana del voluntario, Flavia Azócar, protegió a su guagüita de sólo unos meses. "Estábamos despertando en la pieza cuando comenzamos a escuchar el ruido de los pizarreños crujiendo. No creíamos que hubiera un incendio. Mi hermano nos gritó que saliéramos de la casa, así que tomamos al bebé mientras el segundo piso se quemaba en cosa de segundos", relató la joven.
20 damnificados
Afuera encontró a sus vecinos de la casa de al lado y también a los de las dos de más atrás. En total, veinte personas se quedaron sin techo producto del voraz incendio. Según explicó el comandante de Bomberos, Luis Solar, "fueron cuatro las casas que terminaron con una pérdida casi total, superior al 80% en cada una. Fue un trabajo muy difícil ya que estos pabellones son muy antiguos y con viviendas por ambos costados. Si por al frente hay dos, quiere decir que por el otro lado hay otro par pegado".
Solar lamentó además que uno de los suyos fuera uno de los damnificados. "Desafortunadamente, a comienzos de enero ya habíamos sido remecidos por un siniestro similar que dejó a uno de nuestros voluntarios sin casa, así como la familia de otro bombero más. Hoy hemos sido golpeados otra vez, ya que la casa de uno de nuestros jóvenes fue consumida. Además, la casa de al lado pertenecía a un ex voluntario de la Segunda Compañía y que permaneció durante muchos años en la institución", comentó.
Los primeros carros y voluntarios que llegaron hasta Isidora Goyenechea actuaron rápido y ello permitió que las llamas no siguieran avanzando hacia más hogares.
Abuelitos
En las casas que están por la parte posterior del pabellón vivían tres abuelitos. Dos de ellos son pareja y por fortuna no se encontraban en el inmueble cuando este se quemó. Su familiar, Elizabeth Leal, contó que "ellos lo perdieron todo también. Lo que el fuego no destruyó terminó todo mojado. Al menos no estaban acá". Lo que esperan ahora, es poder salir adelante y contar con alguna ayuda básica por parte del municipio. Él ya está jubilado y la señora es asesora de hogar, por lo que sus cercanos contaron que apenas les alcanza para vivir. Por otro lado, en la cuarta casa vive una abuelita junto a su hijo quien trabaja como almacenero.
Durante la mañana, personal del municipio trabajó en el lugar para coordinar la entrega de ayuda de primera necesidad a los damnificados. J
l El ocho de febrero de 2014, hace un año exacto, un incendio consumió más de veinte casas en el Pabellón Bannen de Lota. Además, la tragedia dejó una víctima fatal. Por ello, cada vez que hay un siniestro en el sector, los vecinos se asustan demasiado. Sin embargo, desde entonces, explicó el comandante de Bomberos Luis Solar, se han mejorado las condiciones de los grifos y la presión del agua. "También solucionamos nuestro problema de combustible. No hemos vuelto a tener problema con eso", dijo.