l Felipe Rioseco Z.
Clint Dempsey es un centrodelantero con fama de rudo y dueño del récord de ser el único estadounidense que ha marcado en tres mundiales distintos. Michael Bradley es un volante central de cabeza brillante, especialista en correr detrás de la pelota durante 90 minutos. En el Mundial de Brasil, de hecho, fue el jugador que más kilómetros recorrió por partido. Jozy Altidore es un goleador de 1,85 metro, 90 kilos y dueño de un apodo intimidante: El Diablo.
Los tres juegan en la MLS y fueron convocados por Jurgen Klinsmann para el amistoso que Estados Unidos jugará hoy con Chile en Rancagua. Son los pesos pesados de la nómina, tipos valientes que han liderado la cruzada de instalar al soccer en el inconsciente del norteamericano promedio.
El soccer total
Es un equipo potente, dice Sebastián Miranda, lateral diestro que jugó en el Columbus Crew entre 2010 y 2012. Tienen un físico privilegiado, aporta Óscar Fabbiani, goleador del extinto Tampa Bay entre 1979 y 1981, y del Cape Town Spurs en 1986.
En los últimos años, explica Miranda, el deporte vivió un renacer. El Mundial de 1994 marcó un hito que posibilitó, por ejemplo, la formación de la Major League Soccer en 1996. De ahí en adelante, dice Miranda, el soccer creció de forma exponencial. "En 18 años la liga ha crecido muchísimo, han traído muchas figuras, como Lampard, Villa, antes Henry. Y en la selección también, en los últimos tres mundiales han pasado de fase", dice el hombre de Unión.
"Mira, hoy por hoy la liga chilena sigue estando un peldaño por sobre la de Estados Unidos. Pero no sé cuánto más lo vamos a aguantar".
"Es que hay que ver lo joven que es la MLS en comparación a la liga de acá. Además le han inyectado muchos recursos".
"No, el equipo chileno es muy competitivo, hay jugadores con bagaje, como Valdés, Mark González, Herrera. Creo que va a ser un partido muy interesante".
Hubo un día en que Estados Unidos descubrió el fútbol. Y hoy, amenaza Miranda, buscará demostrarlo ante Chile en El Teniente de Rancagua. J
l Óscar Fabbiani jugó en EE.UU. en la era dorada: coincidió con Pelé, Franz Beckenbauer, Johan Cruyff y Elías Figueroa. Jura que al estadio iban más de 40 mil personas. Que fue en la década del 80 cuando el ciudadano norteamericano comenzó a conocer el fútbol. Dice que los estadounidenses se sofisticaron, que abrieron los ojos y se dieron cuenta que había más deportes que el fútbol americano y el básquetbol. "Al gringo ahora le gusta este juego, antes prefería los deportes más bruscos", opina Popeye.