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Mateo, Pascale y Máximo: los trillizos que hoy revolucionan la vida de joven pareja del puerto

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conica@estrellaconce.cl

Se conocían de toda la vida. Con el tiempo las cosas se fueron dando, y el 4 de diciembre del 2011 decidieron ser pololos. Desde entonces, lo que más disfrutaban era hacer sus rutas en moto. Viajes que, en abril pasado, quedaron en stand by, cuando supieron la gran noticia: serían padres.

"El año pasado quedé embarazada. No lo esperaba porque quería terminar de estudiar primero, porque me queda poco, y que este año fuésemos padres. Pero aparecieron estos chiquillos, que nos cambiaron la vida", cuenta Nicole Godoy, la joven madre de 25 años.

¡sorpresa!

Aunque Nicole tenía antecedentes de embarazos múltiples en su familia, jamás junto a Ricardo Quintana (27), su pololo, imaginó que tendría tres hijos a la vez. "Por mi familia está la tendencia gemelar. La hermana de mi papá tiene hijos gemelos y el hermano de mi mamá tiene mellizos, pero nadie más. Una vez como talla yo le dije que era difícil que a mí me salieran gemelos, porque nunca me acordé de los casos en mi familia. Y ahora aquí estamos", agrega.

Ricardo y Nicole, en primera instancia, no sabían que serían tres sus bebés. Fue recién en el quinto mes de embarazo, cuando se enteraron. "A las seis semanas fui a un control al consultorio, porque estaba con la presión alta, y cuando me hicieron una eco me dijeron que en vez de uno, había dos óvulos. Eso ya fue sorpresa", recuerda.

"Después, pasó el tiempo y nos seguimos controlando en el hospital, como era un embarazo de alto riesgo, y en la ecografía de los cinco meses la doctora me dice que venía un tercero. Era el Mateo, que venía escondido. Así que ahí nos dieron la noticia que eran tres al final. Quedamos locos", añade la mujer.

Ese instante, explicó la joven pareja, fue un momento de dulce y agraz. "Ese día pensamos cómo sería todo, porque si con uno es difícil, y con dos es complicado, decíamos, qué vamos a hacer con tres guaguas. Lloramos un rato, pero no de pena, sino de emoción, e incertidumbre también, por la complejidad que tiene un embarazo de tres hijos. Además está la preocupación de si es que van a salir todos bien".

Complicaciones

Todo el embarazo iba bien. Los doctores habían estimado que ojalá los bebés nacieran alrededor de la semana 32 ó 34. Pero no fue así, porque a eso de lo siete meses y medio, Nicole llegó al hospital, en primera instancia, por un dolor estomacal, que a los días los médicos diagnosticaron como síndrome de Hellp.

Durante la cesárea, la joven mamá tuvo una nueva complicación, pero aún más compleja. "Tuvo además una falla multiorgánica, durante la operación, y ahí le fallo el hígado, el riñón, el páncreas, los pulmones. Falló todo", relata Ricardo Quintana. "De hecho me tuvieron que reanimar, tuve un minuto y medio muerta", acota Nicole.

Luego de aquella terrible situación, el panorama no mejoró mucho, ya que esta madre de 25 años, sufrió una fuerte hemorragia post cesárea. "Eso pasó porque fue muy brusco el cambio dentro del cuerpo. Bajó todo muy de sopetón, y después no paraba. De hecho me hicieron 15 transfusiones de sangre", indica.

Mientras Nicole y los tres bebés estaban en las respectivas UCIs, Ricardo vivía ese difícil momento a solas, en los pasillos del Hospital Higueras de Talcahuano.

"En ese momento yo estaba entre la UCI de adultos y la UCI de neonatología, porque estaban los cuatro en la misma condición crítica. En esos momentos se me pasaba de todo por la cabeza. Además en la UCI me decían que no me proyectara, que ahí había que vivir sólo el día a día. Me cuestioné varias cosas, pero nos encomendamos a Dios finalmente", sostiene.

Con el transcurso de los días, la situación fue evolucionando para bien, tanto para Nicole Godoy como para los niños. Gracias a ello, fue que luego de seis días finalmente ella pudo ver a los pequeños, a los cuales llamaron Mateo, Pascale y Máximo.

"A los seis días al fin pude verlos. Ahí me la lloré toda. Sentí mucha emoción en ese momento de ver que los tres estaban bien. De saber que todo lo que me había cuidado en el embarazo había sido positivo para ellos. Pero me daba nervios tocarlos porque los veía muy chiquititos, flaquitos, y llenos de tubos", apunta.

Arribo a casa

Finalmente y luego de 36 días en la UCI del Hospital Higueras, los trillizos fueron dados de alta, y llegaron a casa un 24 de diciembre, víspera de Navidad. Ese día fue el más díficil para estos jóvenes padres. "Cuando llegaron no dormimos nada en la noche, preocupados de si (los bebés) respiraban o no, si se ahogaban o se movían. Esa fue la noche más difícil. Fue muy fuerte todo", aseguran.

"De primera no queríamos nada. Porque el nivel de estrés fue terrible. La Pascale lloraba mucho. Le dábamos leche, le cambiábamos paño, la poníamos en todas las posiciones y lloraba igual, no sabíamos qué quería. Esa noche apenas dormimos una hora y media", relatan.

Sin embargo con los días han ido aprendiendo y organizando de la mejor manera para atender a sus pequeños. "Compartimos todas las tareas los dos. Se despiertan a las diez, luego comen, y de ahí los bañamos, les ponemos los paños y la ropa. Pero yo soy la que los baño, y luego se los voy pasando a Ricardo para que él los vista. Pero todo rápido", dice Nicole.

Respecto a la alimentación, cuentan que a cada hora deben estar pendientes de darles su leche. "Tenemos que estar preocupados de la hora. Para eso tratamos de ir a almorzar temprano, para comer tranquilos, y que cuando despierten podamos atenderlos bien. Porque las primeras semanas almorzábamos a las tres o cuatro de la tarde. Ahora ya estamos más organizados".

Gastos

Como es de imaginar, tener que criar tres hijos a la vez no resulta para nada fácil, sobre todo en el aspecto económico. Sin embargo, señala la joven pareja, la carga se ha alivianado gracias al apoyo de sus cercanos. "Sale caro sí. Pero hemos sido súper bendecidos por amigos y familiares. Respecto a los pañales, por ejemplo, en cada leche va un pañal. Es decir, le cambiamos entre seis a ocho veces al día paños. Son 18 a 20 paños diarios. Pero hasta ahora hemos comprado lo mínimo".

Agregaron que "lo mismo pasa con la leche. Como nacieron prematuros, en el consultorio se las dan. Así que igual nos ahorramos esa plata. Porque la leche es súper cara. Vale entre $15 y $18 mil el tarro de 400 gramos, que les dura dos días. Así que menos mal hasta el momento no nos ha faltado nada".

Planes a futuro

A pesar de lo difícil que en instantes les ha resultado acostumbrarse a esta nueva etapa, igualmente estos jóvenes padres se manifiestan felices de lo que están viviendo.

"No podemos decir que ha sido fácil, es cuanto a lo que responsabilidad y demanda de tiempo se refiere, pero aún así estamos muy felices. Aparte ya estamos más relajados", expresa Ricardo.

Por esto, es que durante los próximos años, esperan poder independizarse y poder vivir pronto juntos en familia. "Más adelante la idea es tener nuestra propia casa, porque obviamente no vamos a vivir toda la vida con nuestros padres. No es lo ideal como pareja. Planes de matrimonio también hay, pero no todavía", aclara Nicole. J