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Profe cuenta cómo llegó a tener su propio asteroide y consiguió ganar un espacio entre los grandes

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Muy pocos pueden decir que un asteroide lleva su nombre, que han ganado el premio de las Ciencias Exactas, que son famosos a nivel internacional y que han compartido con grandes científicos de todo el mundo. Uno de estos afortunados es José Maza Sancho, astrónomo nacional, que ayer deleitó con su sabiduría a más de 700 personas en el parque coronelino Jorge Alessandri.

Con orgullo este hombre, que generó raíces en Parral, indica que es uno de los autores de "Supernovas", libro que se convirtió en un texto de cabecera para todos aquellos amantes de los planetas y entes estelares. Es que el resultado de este trabajo lo llevó al podio de los grandes, convirtiéndolo en uno de los mejores investigadores del espacio.

Asteroide

Tener un asteroide que lleve tu nombre es como tener una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. No cualquier astrónomo la cuenta y menos un chileno. Por eso, Maza infla con orgullo su pecho cuando habla de aquel reconocimiento.

"Hay más de 600 mil asteroides en el espacio y que uno lleve el nombre mío no es tan relevante", señala con la humildad que lo caracteriza.

"Es bonito igual. Es uno que mide alrededor de cinco kilómetros. Esto tiene una historia bien linda. Un español al que le encanta la astronomía y que leyó mi libro, un día me fue a encontrar en una reunión científica. Me dijo que estaba tan fascinado con el texto que le quería poner mi nombre al asteroide que había encontrado. Así que quedó como Maza. Mi hija me dice que como quedó sólo con el apellido es un bien familiar, ja, ja, ja", comenta.

Su gran pasión

Su pasión por las estrellas y los planetas comenzó en la época en que cursaba la enseñanza media en el Liceo Barros Arana. "Mi familia decidió mandarme interno a Santiago (...) Llegué ahí en el año '59. Justo en ese tiempo estaba empezando la carrera espacial. Las noticias más importantes de la época eran respecto al área. Daban vuelta a la tierra, la primera mujer en el espacio: Valentina Tereshkova, etcétera. Entonces, hubo todo un auge por el tema de la astronomía, de viajes espaciales y yo me fui entusiasmando con el tema", rememora, aunque sin tapujos, admite que primero estudió Ingeniería. "La verdad es que entré a esa carrera en la Universidad de Chile, pero tenía la cabeza llena de ideas astronáuticas y del espacio. Finalmente, cuando estaba en tercer año, dejé la carrera cuando se abrió Astronomía. No me arrepiento de aquella decisión, porque de inmediato, todo me pareció más excitante y mucho más entretenido", relata.

En su fanatismo por las galaxias y todo el universo también influyó su amor por la lectura. "En ese entonces existía una editorial rusa que se llamaba Mir. Habían disponibles libros en castellano a un precio realmente bajo, equivalente a lo que son mil pesos de hoy en día. Habían libros sobre el espacio, la astronomía, de la formación del sistema solar y yo que era un estudiante con un presupuesto bastante reducido, ya que apenas tenía las monedas para andar en micro, igual de repente por ahí me las ingeniaba para comprar uno de esos libros los fines de semana", sostiene el profesor.

Fuerte crítica

Otra de las grandes pasiones del profesor Meza es la enseñanza. Disfruta entregando sus conocimientos a las mentes más jóvenes que recién empiezan en el camino de la astronomía. Por ello, es que le interesa tanto referirse al tema de la educación.

En este sentido, tiene una postura bastante firme con respecto a la Reforma Educacional. Es que el también doctor en astrofísica indica que la educación va en bajada. "Hemos progresado lo más que se puede sin tener nada muy concreto en la cabeza. Para sacar el salitre sólo faltaba tener fuerza física para usar una pala. Para sacar el cobre, ahora con las máquinas ni siquiera se requiere tanta fuerza física (...) No podemos seguir creciendo como país si no somos capaces de producir más y de vender productos de mayor elaboración. Para que eso ocurra debemos tener una juventud más educada", sostiene.

Esto lo ejemplifica con los resultados que se obtuvieron en la PSU. "Me indigné el año pasado y ahora estuve atento y, lamentablemente, me volví a indignar con los resultados de esta prueba. Este año de 253 puntajes nacionales, 53 fueron mujeres y 200 de hombres (...) Esto es un escándalo. Esto no puede ser. Esto significa que la sociedad está fallando de una forma dramática, y lo que más me da rabia, es que a nadie le llamó la atención", explica.

"Ni siquiera el ministro de Educación salió a decir ¡Esto es inaceptable! Nadie dijo nada. En este gobierno se habla de igualdad de género y parece que a las niñas les estamos poniendo humo en la cabeza, y eso es horrible, porque las mujeres son mucho más inteligentes que los hombres. De eso, no me cabe la menor duda. Sin embargo, no les estamos enseñando a pensar", añade. J