Profe Carlitos se ilusiona otra vez con ser campeón
l Manuel Muñoz González
En día normal, Carlos Moncada Viveros anda ordenadito, impartiendo sus clases de Derecho Tributario en la USS, entidad donde además es coordinador de prácticas profesionales.
Pero es cosa de que juegue el Campanil para que se desordene un poco, se ponga la auricielo firmada por todos los jugadores, y parta a alentar a su equipo donde sea. Así vive su pasión por la UdeConce este fanático, reconocido en el tablón como el "Hincha Histórico" del cuadro auricielo, quien el pasado miércoles estuvo, una vez más, en la galucha apoyando al equipo en el paso a semifinal de Copa Chile.
"Sería bonito volver a ganar la Copa Chile, esa es la idea, creo que hay equipo para eso", decía Carlitos en medio del partido ante Deportes Temuco en Yumbel.
Un título que este fanático ya tuvo la suerte de festejar, pues el 2009 estuvo cuando la UdeC se coronó campeón en Coquimbo, venciendo a Ovalle en el Sánchez Rumoroso. "Ahí estuve, ahí me autografiaron la camiseta todos los jugadores esa vez, ojalá se repita y podamos ir a la Copa Sudamericana, como una revancha, porque esa vez no daba un cupo directo y al final no fuimos", dijo.
Calidad, no cantidad
Son 20 años que ha seguido a todas al Campanil, en un amor por el club y la institución que ha sentido la mitad de su vida. De hecho su padrino, Sergio Viveros, fue uno de los fundadores del club deportivo, lo que avivó el cariño por la UdeC. "Desde ahí que empezó este 'romance'. El '94 entré a estudiar ciencias políticas y administrativas, y por todo lo que he vivido con el equipo, esta institución es parte de mi esencia, es con lo único que me siento identificado", dice con orgullo.
Un amor reflejado en la hinchada del Campanil, "una de las más fieles del fútbol chileno", como él dice. "El hincha de la UdeConce es fiel, no es como la de otros clubes, que si les va mal 'putean' a sus jugadores. Acá el hincha apoya siempre, somos calidad en vez de cantidad", comenta.
Y el mejor ejemplo fue cuando el equipo bajó a la B y sus hinchas siguieron alentando. "Eso fue lo más duro que he vivido, pero si hubiese sabido que íbamos a volver tan rápido, no habría llorado tanto", dice el profe de Derecho Tributario, de 40 años de edad, orgulloso de ser un eterno estudiantil, y soñando con volver a levantar otra vez la Copa Chile. J
l Y no sólo el fútbol, sino que con el básquetbol también hay una conexión especial. "Tenía un compañero en la 'U' que jugaba en el equipo profesional, Carlos Ahuile, era mi partner, éramos como hermanos. Pero a él lo mataron el año 2000, eso me marcó mucho. Estuve harto tiempo sin ir desde su partida, y de a poco volví a asistir", cuenta emocionado, lo que refleja en la camiseta que lleva a los partidos cesteros, que en su espalda lleva escrito el "Ahuile" en homenaje a su eterno amigo.