Los premios post mundial tienen a todos con estrés
l Roka Valbuena Y.
"¡Estoy vuelto loco, compañero!", la frase pertenece a Carlos Soto, presidente del Sifup, el hombre más estresado de ayer. Es el nexo entre el brazo armado de los futbolistas marginados en los premios de la Roja y la Roja. Todos llaman a Soto. Ha recibido, a lo largo del lunes, cerca de veinte llamados telefónicos.
A primera hora, por ejemplo, lo llamó Francisco Prieto, el ex arquero de Colo Colo, hoy figura esforzada del Sociedad Deportiva Ponferradina, en España, en la segunda división. Y Prieto le exigió que luchara por sus derechos, los cuales alcanzan a los cuatro millones de pesos o el equivalente a una sola nominación. Luego lo llamó Rabello cuyo cheque es más gordo. Posteriormente lo llamó un jugador que no tiene plata. Y así pasó el día, volviéndose loco y escuchando reclamos laborales.
"¡Es que todavía no cacho nada, si me lo he pasado contestando el teléfono!", dijo Soto y luego se dirigió a una reunión estresante con los marginados.
Caos
La angustia duró todo el día. A mitad de la jornada habló Jorge Sampaoli y apeló a la privacidad: "Esto se debe ver en la interna del grupo, no en los medios de comunicación". Luego derivó la polémica hacia otro lado: "Hoy para los medios es más interesante que el consumidor se interese en cosas negativas". Exigió que todo se arregle ("Las diferencias se tienen que hablar") y fustigó a los que filtraron opiniones en la prensa ("Me parece de bajo nivel").
Hans Martínez -uno de los que reclaman su dinero- hizo un análisis lógico: "Bravo se contradice. Primero dice que las puertas de Juan Pinto Durán están abiertas, y después dice que todo está cerrado, que la decisión ya se tomó". Deduce, con argumentos, que ningún marginado sacaría algo útil hablando en persona con el plantel. Concluye que lo mejor es protestar en la prensa.
Chile entero debate estos premios de la Roja. Juan Cristóbal Guarello, desde la radio ADN, lanzó una frase de película: "Esto ya no es deporte, estamos viendo una conducta que atañe a la sociedad".
Y la sociedad está estupefacta ante tantos rumores. Dicen, por citar un caso, que detrás de todo está Gary Medel. Es tildado como el que ladra más fuerte en el camarín. Jean Beausejour, a su vez, es el más solidario, pues se opuso a la nueva fórmula de reparto. Varios exculpan a Alexis Sánchez: intentó oponerse, pero sin carácter. Y si Arturo Vidal o Jorge Valdivia suben la voz, no hay quien se oponga. En la Roja los más exitosos mantienen el poder.
Fútbol cansado
Los futbolistas chilenos están tristes y, además, agotados. Nicolás Peric, el hombre-rostro de los marginados, ayer pasó toda la tarde tumbado en una cama. "¿Nicolás Peric?", le dijimos por teléfono. "No, no. Flaco, estoy des-can-san-do".
"Mira, viejito, lo único que me interesa es descansar".
Y Carlos Soto permanecía encerrado con otros de los marginados. "Mira, no puedo hablar. Estoy en la reunión", susurró.
"No sé. Sólo puedo decir que este sistema de premios es único en el mundo", deslizó. Y, según informes extranjeros, es cierto: en el resto del planeta los premios se reparten entre todos, en base al número de nominaciones.
"Naaa. Yo te he aguantado huelgas largas. Ya tengo cuero de chancho. Hay que tener fe". Y, con un poco más de vigor, Soto volvió a esa cita cumbre que, hasta el cierre de esta edición, no pensaba en terminar. J
l Y en medio de los dimes y diretes por los premios, la Roja sale esta noche a la cancha para medirse ante la selección de Uruguay, a contar de las 21.00 horas, en el Estadio Monumental. El cuadro del casildense espera prolongar el buen fútbol mostrado en el estadio CAP de Talcahuano el pasado viernes, cuando boleteó a Venezuela por 5-0, con la mágica reaparición de Jorge Valdivia. La novedad de hoy podría ser la inclusión en la última línea del hualpenino Gonzalo Jara, volviendo a ocupar el puesto que en el puerto tuvo a Igor Lichnovsky.