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en torneo mixto de nivel escuela Las princesas también se atreven a jugar al fútbol

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l Carlos Paz Durán

No son muchas, y eso las hace más valiosas. Una buena cuota de fineza y admiración es la que un ramillete de lolas entrega al Torneo Escuelas de Fútbol "Copa Essbio", que disputan doce entidades del Gran Concepción y alrededores en cuatro categorías (de los 8 a 14 años), y que desde su inicio destacó por su condición de campeonato mixto.

Es cierto, la cantidad de niñas sigue siendo baja, pero las puertas están abiertas para que crezca.

Jeanette Jorquera, de 9 años de edad y que forma parte de la Sub 10 de Municipal Talcahuano, es una de las jugadoras que no le tuvo temor a mostrar sus habilidades en una oncena en que sus restantes 10 integrantes son varones.

"Para mí todo ha sido normal. No he tenido problemas de integración", señaló la joven, quien juega de defensa o delantera, y quien también llama la atención por su elevada estatura.

"Antes jugaba en la calle en Los Lobos Viejos, hasta que este año un primo que también defiende a Municipal Talcahuano me contó de la escuela. Hablé con mis padres (Marlene Valenzuela y Danny Jorquera) y ellos me inscribieron. Papá es futbolero, y quien más me acompaña", agregó.

Leonel Macaya, de 8 años de edad y compañero de la joven en la Sub 10 del puerto, expresó que "me parece bien que se incorpore a la mujer al torneo. A Jeanette no la vemos distinta, además es buena para la pelota".

Fernanda Cid, de 12 años de edad, integra la Sub 12 de Municipal Chiguayante desde mitad de año, en parte motivada por el ejemplo de su hermano Diego, quien compite en la misma serie.

"Ver jugar a Diego y a mis compañeros de colegio (Miguel de Cervantes) me motivó a inscribirme. Al principio estaba nerviosa, pero eso ya pasó", aseguró quien actúa como central, y quien tiene 5,6 como promedio de notas.

Juan Rivera, director de Municipal Chiguayante, afirmó que "nuestra política es integrar la mayor cantidad de niños y niñas. Por supuesto, con ellas hay un trato especial, de mayor delicadeza".

"Esta temporada hemos llegado a tener hasta cinco damas, pero en invierno decayó su participación. Ojalá ahora en primavera, ya con buenas condiciones de tiempo, regresen todas", acotó.

Emilia Ibarra, de 10 años de edad y que forma parte de la Sub 10 de la Academia Patricio Almendra, también se aferró al fútbol por influencia de su hermano Juliano, que juega en la Sub 14 de la misma institución.

"Me motivó verlo jugar. De principio de año que estoy en la Academia", expresó la joven, quien añadió que "soy la única niña del equipo. Juego de volante y mis compañeros me han tratado muy bien".

Su madre, Makarena Muñoz, dijo que "ella se ha integrado y se lleva perfecto con sus compañeros. La respetan harto. El ambiente es excelente, lo que la tiene contenta".

Catalina Fuentes, de 12 años de edad y estandarte de la Sub 12 de Universidad de Chile, comentó que "estoy hace tiempo en esta entidad, y jamás he tenido alguna complicación con el tema de la integración".

"Desde los 7 años que me comenzó a llamar la atención el fútbol. A contar de esa edad estoy jugando junto con niños", adicionó quien se desempeña como lateral.

"Tenemos a 70 niños y a siete niñas. Acá no hay problema de género. Damas y varones están en mismas condiciones deportivas", dijo Sebastián Strauffmann, director de la escuela de la tienda azul. J

De a poco aumenta la cifra de lolas que corren tras la pelota en una de las escasas competencias de fútbol mixto que hay en la zona.