cronica@estrellaconce.cl

Muy preocupados están los familiares y amigos de Sonia Durán Pérez, de 29 años de edad, quien sufrió varias quemaduras en sus brazos producto de un violento incendio.

La pesadilla para esta mujer comenzó pasadas las tres de la madrugada, cuando dormía tranquilamente junto a su pareja. Ambos comenzaron a sentir el humo y, preocupados, se levantaron para ver lo que sucedía. Al abrir la puerta de su pieza, se encontraron de frente con las llamas. Es ese instante, lo único que atinaron fue a salvar sus vidas.

"Ambos cuidan mi fundo. Paulo llegó hasta mi casa y me dijo que se estaba quemando la bodega, el establo, su casa, mi oficina y la reserva de vinos. Yo no lo podía creer, así que salí corriendo detrás de él", comentó Patricio Figueroa, dueño de la parcela afectada, que se ubica en el sector Chillancito de Hualqui.

"Cuando llegué las llamas habían consumido todo. Ya no había nada que hacer. Así que decidí ir a buscar a los bomberos en la camioneta, ya que tenía miedo que el fuego se expandiera a otros sectores del fundo", agregó.

Gracias a las labores de extinción del cuerpo bomberil hualquino, el fuego se pudo controlar. Por su parte, personal de Carabineros trasladó a la herida hasta el consultorio de la comuna, recinto que la derivó al Hospital Regional de Concepción. "Todavía no puedo hablar con la Sonia, porque la operaron y está sedada. Todavía ni sé cómo se quemó sus brazos. Tampoco he conversado con el Paulo, porque él desapareció y no ha vuelto al fundo. Todo es muy confuso", expresó muy conmovido Figueroa. J

l Andrea Neguiman

Pese a que luchó para sobrevivir, el copiloto de un automóvil que sufrió un violento accidente en el puente Llacolén, a eso de las dos y media de la madrugada del miércoles pasado, murió ayer en el Hospital Regional de Concepción. Su fallecimiento causó bastante revuelo en el interior del recinto, ya que minutos antes habría indicado a algunos funcionarios de la salud que había suplantado la identidad de su hermano para no ser detenido.

El hecho fue confirmado por personal de Carabineros de la Tenencia de San Pedro, quienes fueron los encargados del procedimiento desde que ocurrió el fatal accidente. "El funcionario del Hospital Regional, nos informó que recibió un comunicado por parte del médico de turno, donde se expresaba su deceso, producto de las lesiones que mantenía a raíz del accidente", señaló el jefe de la unidad sampedrina, teniente Nemesio Godoy.

De acuerdo a los antecedentes policiales entregados a La Estrella, en esa misma acta, se aclaraba la situación de su identidad. "Los mismos familiares reconocieron que su nombre verdadero sería Carlos Alberto Andrade Castillo, hermano de Eduardo Alejandro Andrade Castillo, nombre que utilizó en una primera instancia y que entregó a Carabineros", explicó el policía uniformado.

Al respecto sobre las causas que llevaron al fallecido a suplantar su nombre serían el miedo y la preocupación de ser detenido. "Él habría dado un nombre falso, ya que mantenía una orden de detención vigente", sostuvo el jefe de la Tenencia de San Pedro de la Paz.

Tanto la policía uniformada como los funcionarios del Hospital Regional, no se habrían percatado de la situación que mantenía el fallecido, debido a la gravedad de sus lesiones. "No se pudo comprobar su identidad, porque cuando ocurrió el accidente no mantenía entre sus pertenencias su carnet de identidad. Posteriormente, tampoco se pudo realizar una prueba de huellas digitales, ya que su estado no lo permitía", expresó el teniente Godoy.

En este sentido, el oficial especificó que, debido a su muerte, tampoco se podrá investigar el hecho. "Tras su fallecimiento, no se solicitó investigar ninguna orden policial contra de él", agregó el uniformado.

Cabe recordar, que durante el accidente también murió Alejandro Medel de 26 años de edad, quien manejaba el automóvil que se estrelló contra una señalética del tránsito.

Este joven, tenía una pequeña hija y vivía en el sector de Boca Sur. Sus funerales se realizaron el viernes pasado y fue despedido en masa por sus familiares y amigos de la población. J

l De acuerdo a los antecedentes policiales, Carlos Andrade Castillo, vivía junto a su familia en calle Las Garzas, de la población Candelaria. Era padre de una pequeña de cinco años, por quien luchaba a diario. Sus familiares y amigos lamentan su trágico deceso, luego de haber luchado por su vida durante cinco días en el Hospital Regional penquista.