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Guerra por quién saca del mar la jibia que se come en Oriente

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l Andrea Neguiman Pozo

En Rusia, Japón, Corea y Tailandia son sumamente apetecidas las jibias que se pescan frente a nuestras costas. Allá llega congelada en forma de bastoncitos, anillos y nuggets, entre otros productos para el deleite de los comensales de Oriente. También la consumen fresca, en preparaciones más elaboradas, pero la mayoría la lleva a la mesa como platos de fácil preparación.

Eso mismo hace que la jibia sea hoy un recurso disputado por los artesanales y los industriales. Es que además, prácticamente no hay mucho más en nuestro océano. No hay pescados, quedan pocos mariscos y las algas escasean.

De acuerdo a datos de la Sociedad Nacional de Pesca van quedando unas 80 mil toneladas de las 200 mil como cuota de captura de este año y su precio internacional además ha bajado de un dólar con cuarenta centavos (842 pesos chilenos) a un dólar con diez centavos el kilo.

Además de que queda poca, los gremios que se dedican a la pesca están agarrados del moño por la cuota. Cifra que se encuentra dividida en un ochenta por ciento para los artesanales y un veinte para los industriales.

Con respecto a esto último, los trabajadores de las industrias pesqueras señalaron estar conformes con el porcentaje que se les otorgó. Sin embargo, exigen que la normativa sea aceptada formalmente por todos los artesanales.

"Ojala pudiéramos establecer la medida y que se cumpliera. Nosotros en enero pasado tuvimos una reunión, donde se aceptó que se nos iba a permitir capturar ese veinte por ciento con la técnica de arrastre. Los artesanales lo aceptaron, porque no nos querían dar un porcentaje mayor, pero no todos lo aceptan y ahí surge el problema", comentó Teresa Lizana, presidenta de la Federación de Trabajadores de la Industria Pesquera del Bío Bío.

Con la formalización de la medida, las empresas sienten que podrán asegurar la estabilidad a sus trabajadores. "Si fuera de esta manera, nosotros nos podríamos programar y comprar la maquinaria que sea necesaria para realizar la captura, dejando de lado la posibilidad de cerrar la planta y dejar a más de 150 personas cesantes", expresó Renato Maya Gac, administrador de la pesquera Landes de Talcahuano.

"Soy madre y abuela. Mi hija está estudiando y soy el sustento de mi familia. Entiendo la postura de los pescadores artesanales, porque nosotros también trabajamos y sacamos provecho de la jibia. Sin embargo, no pueden exigir ser los únicos que puedan pescar en el mar. Eso es totalmente injusto", indicó a su vez Jacqueline Céspedes quien se desempeña como operaria calibradora.

"Si trabajamos menos, recibimos menos. Porque trabajamos a porcentaje. Por eso los barcos necesitan salir a capturar, para que todos aquí salgamos beneficiados en la empresa", agregó la mujer.

Una postura bastante parecida es la que tiene Miguel Arias, quien trabaja como filetero hace más de ocho años. "En estos momentos, no hay otro producto. Sólo jibia. Ha sido nuestro caballito de batalla para llevar dinero a nuestras casas", subraya, añadiendo que "la idea que tienen los artesanales de abastecer a todas las plantas pesqueras es errónea, porque no pueden, no tienen la maquinaria necesaria para hacerlo. En ese sentido, también nos perjudicarían a nosotros, ya que ganamos por producción".

"La prioridad siempre la han tenido los artesanales, nunca nadie ha velado por las personas que trabajamos en las industrias", señaló el chorero.

Artesanales

Desde el gremio de los pescadores artesanales expresaron a La Estrella que su situación es bastante complicada también, ya que producto del trabajo de las industrias, poca y nada de jibia tienen para capturar. "Ellos trabajan con el sistema de arrastre que es letal para nosotros. Pescan todo lo que pasa por su lado, sin embargo, después lo van seleccionando y lo que nos les sirve, lo botan, causando un gran desastre ambiental", señaló Jorge Díaz, pescador.

"Llevo más de 49 años trabajando en el mar y he visto cómo han ido desapareciendo los productos. No cabe duda, que los industriales salen mucho más beneficiados con la medida que se tomó, porque tienen grandes barcos y pueden salir cuando se les dé la gana. En cambio, nosotros no podemos hacer eso, porque dependemos de cómo esté el tiempo", agregó Luis Esparza, otro de los pescadores de San Vicente.

En comparación a sus colegas de las industrias, los pescadores artesanales consiguen 100 toneladas diarias, si unen la captura del producto de todas las flotas. "El panorama para nosotros es bastante desfavorable. En invierno, es poco lo que se puede salir a trabajar. Estamos con los brazos cruzados", puntualizó Armando Tasso, jefe de embarcación. J

l La directora de la Asociación de Pescadores de Caleta Lo Rojas, Marta Espinoza, indicó que se debe tener claro que la jibia es una plaga. "En un momento, se tendrá que manejar, ya que es una especie depredadora. Por eso, estamos exigiendo el cien por ciento de captura de esta especie para los artesanales. Después pediremos que se normalice y se separe los porcentajes para la pesca de línea de mano y para la de tipo cerco", agregó.

l Día a día la jibia se va haciendo más famosa en el país. En lo que respecta a los restoranes de la zona, muchos de ellos, han incorporado este molusco en sus cartas. Por ejemplo, en los locales del sector de caleta Lenga, en Hualpén, la jibia ya es parte del menú oficial. "Pese a que todavía no la tenemos como un plato de fondo con acompañamiento, ya la preparamos en empanadas y la incorporamos a la marinera, plato tradicional de mariscos y pescados", expresó Julio Fuentealba, administrador del local "Puerto Velero". El trabajador recomendó utilizar el producto en varias recetas. "Es muy rica. Lo ideal es que sea remojada en leche, así se le va el sabor fuerte. Se puede preparar en chupé y en ensaladas", agregó el encargado.

"La prioridad son

los artesanales y

nadie se preocupa

de los trabajadores

de las industrias"

Jacqueline Cespedes