l Nostra Senhora de Copacabana corre en forma paralela a la Avenida Atlántica a la orilla de la playa en Río de Janeiro.

Fue en esta vía donde el rojo intenso de mi camiseta se hizo inconfundible para el 'brazuca', ese ciudadano que parece haber creado una simpatía única hacia el chileno. Esa 'buena onda' hacia el de la Marea Roja, se ha hecho sentir en cada rincón del país de O' Rey, donde basta el simple asomo de alguna camiseta para que apareciera un espontáneo 'Chi-chi-chi' por parte de los brasileños que lo expresaban con simpatía. Y no sólo los locales, sino que de todo el orbe. ¿Cómo no sentir orgullo al sentir ese 'Chi-le-le' en cada esquina carioca? Ese era el reflejo del cariño hacia el chileno que existe en Brasil, el que, en todo caso, inevitablemente se acabará con el 'Mineirazo' de esta tarde.