l Los funcionarios de la Torre Prat en la ciudad puerto vieron completo el partido y celebraron con el triunfo de la Roja sobre los españoles. María Helena Guerra comentó que se organizaron con los conserjes, la administradora y el jefe de vigilancia. 'Para compartir con un asadito, choripanes, costillar, cervecita y vinitos. Yo creo que va a salir 2-0', dijo esta mujer minutos antes del primer gol, cual pitonisa. 'Somos como 10 personas, falta el que trabaja de noche no más. El televisor lo puso el jefe de vigilancia, los arrendatarios no ponen problemas para que lo hagamos', contaron. J

l Desde oficinas públicas, locales comerciales y en obras de construcción, todos en Curanilahue se las arreglaron para no perderse el partido de la Roja de todos. Un caso particular lo vivieron los maestros que trabajan en la construcción del Polideportivo en la comuna, quienes con autorización del jefe pudieron instalar una pantalla y ver el partido entre compañeros de trabajo. Luego llegaron los festejos por el triunfo, que en la comuna minera se registraron durante todo la tarde. Lo propio ocurrió en Tirúa, donde luego de ver el partido numerosas familias se reunieron a gritar sus ceacheí en la plaza Lafquen Mapu. J

l La tradicional tienda de Talcahuano 'Mundo Hogar' no estuvo ausente de la celebración. Aunque mantuvieron abiertas sus puertas, no se perdieron ningún minuto del encuentro en que la Roja de Chile se ganó todos los aplausos, y en los cuatro pisos del centro comercial los 45 trabajadores tuvieron un televisor para poder ver el partido. Sonia Sepúlveda, vendedora de la tienda chorera, indicó que la jefa les trajo los gorros. 'Y nosotros trajimos picadillos, todos con autorización disfrutamos del partidos que estuvo espectacular, y los españoles jugaron súper mal, y los chilenos muy bien', indicó. J

l En el colegio Etchegoyen de Talcahuano, desde los más pequeños hasta los profesores, vieron el partido en el gimnasio del establecimiento. Todos juntos sufrieron con las llegadas de España y vibraron con los dos goles de la Selección Chilena. Saltos, gritos, toques de vuvuzelas que dejaron a los profesores casi sordos, fueron la tónica de la tarde en el colegio.

Gonzalo Ortega, inspector, detalló que esta vez se organizaron igual que la anterior. 'Pero esta vez la hora del partido coincidía con el horario de salida de los cursos básicos, ellos se van y los cursos medios se quedan en el colegio, y el partido se exhibe en el gimnasio del colegio', contó.

De todas formas existió la posibilidad para los más pequeños que se quisieran quedar. El picadillo estuvo a cargo de cada curso que lo quisiera organizar, incluso algunos niveles se quedaron en sus salas a ver el partido con algún televisor conseguido. 'Sería imposible decir que aquí no se va a ver el partido, eso no sucede porque hay que darle los espacio a los alumnos para que puedan participar y disfrutar del partido, ellos pueden venir con su indumentaria y ese tipo de detalles, también con algo para picar si así lo quisieran hacer'. J