Es un oficio que lentamente ha ido desapareciendo con el paso de los años pero aún así hoy, en plena segunda década del siglo XXI, nadie se atrevería a ponerle fecha de caducidad. Ya sea por tradición o, simplemente, por necesidad, la mayoría de las personas han requerido al menos una vez en su vida el servicio que prestan los carretoneros, renovando de esa forma la vigencia e importancia que siguen teniendo en la sociedad actual. Sin embargo, los numerosos dilemas con que estas personas deben lidiar cada día en la ciudad es la principal factor que amenaza con dejarlos definitivamente en el recuerdo.