Es sólo un muñeco, pero logra subir el ánimo de niños que padecen cáncer.
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Este es un oso de peluche que sana el dolor mental de los niños enfermos. El oso se llama Elo, es brasileño, actualmente está radicado en el Hospital Amaral Carvalho -a 300 kilómetros de Sao Paulo- y convive con los menores que están diagnosticados con cáncer. Elo les mejora el ánimo y les alivia la soledad.
"Este método es un mecanismo importante de apoyo emocional para el bienestar de los niños durante el tratamiento», ha explicado Claudia Teresa de Oliveira, especialista en Hematología y Oncología Pediátrica. Ocurre que los niños deben soportar un tratamiento agresivo, en el cual no siempre podrán están acompañados las 24 horas del día por sus familiares. A veces los niños están solos y, en medio de un cáncer, la soledad es letal. Es ahí cuando aparece, como un héroe, el muñeco Elo. "El niño está lejos de su rutina habitual. Echan de menos a sus amigos, la escuela y este oso influye en la recuperación», asegura la especialista.
Elo, dicen los expertos en sicología, recupera lo más difícil de un enfermo: las ganas de vivir. Elo los hace felices y, de esa forma, restaura la mente angustiada de los niños. Y, se sabe, una mente estimulada puede activar a un cuerpo apagado.
Eso sí, la gracia del muñeco también es excepcional: Elo, mediante un trabajo tecnológico altamente desarrollado, ha sido confeccionado para estar en hospitales. Elo está capacitado para reproducir mensajes de WhatsApp que le dejan a los enfermos. De modo que los niños, con sólo apretar una mano del muñeco, pueden escuchar las voces de familiares que les dejan un mensajes alentador. Elo, entonces, representa la fe. La buena onda. Elo es la vida.
El método, según autoridades brasileñas, ha cambiado la vida de decenas de niños. Ellos tienen cáncer, pero su mente no ha sucumbido. Ellos también tienen a Elo. J
l Las personas que se quieren comunicar con alguno de los niños enfermos, dejan un mensaje en una central. Esta central es administrada por un empleado del hospital que luego los envía a los osos. Los mensajes se pueden actualizar en cualquier momento. Y garantizan la felicidad.