Es un factor clave en los lugares de trabajo. El ideal es ni tanta, ni tan poca.
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Si usted tiene un trabajo diurno y su oficina está provista de ventanas: tenga cuidado, no exagere con la luz. Las nodernas normas de iluminación para entornos laborales advierten que es bueno la mesura.
No es positivo, por ejemplo, que la luz cause reflejos en las pantallas de los computadores. La verdad es que los expertos dicen que cualquier atisbo de reflejo lumínico en la pantalla, el menor brillo, altera la visión normal del trabajador. Y eso, a la larga, genera síntomas inmediatos de cansancio ocular y, si el rayo de luz es persistente, generará dolores de cabeza persistentes.
Otra cosa necesaria en la iluminación de oficinas tiene relación con los contrastes bruscos de luz dentro del mismo ambiente. Es decir, si una luz está provista de mucha intensidad y, al lado, hay una zona oscura, los efectos en los humanos son nefastos. Una situación así favorece la hostilidad en el lugar de trabajo. Y genera roces entre compañeros de trabajo. La luz, opinan los expertos, puede inducir severos cambios de humor en el trabajador.
Por ende, el contraste de luz en una misma zona, y esto si es que es necesario que haya un contraste, debe ser suave. De manera que el ideal es que no haya ni una luz tan fuerte, ni tampoco una oscuridad tan radical. Lo óptimo, y como todo en la vida, es un punto medio.
"En mi lugar de trabajo hay un montón de luces encendidas a plena luz del día. Hay sol afuera y adentor parecemos hospital", reveló Roque, un esforzado trabajador chileno, cuyo ojo derecho suele estar irritado por el exceso de iluminación. "En mi lugar de trabajo no todas las luces se encienden. Lo hacemos por el bien de todos", argumentó Mauricio Estévez.
La luz es clave, pero un exceso de ella la puede hacer insoportable. Por eso, lo ideal que entre todos los oficinistas acuerden qué es lo que necesitan. J
l Si hay ventanas la luz debe ser muy moderada. Los entendidos en el tema dicen que si hay ventanas en el entorno del ambiente y, a la vez, muchas luces prendidas, el trabajador producirá menos. La luz, de hecho, es esencial en la productividad de una empresa. La luz adecuada mejora la producción.