Su esposo habla por primera vez desde que la joven fue atropellada cerca de un jardín en Providencia. La conductora fue formalizada.
l Felipe Rioseco Z.
En el mismo lugar del accidente fue que María José Martínez, empleada doméstica de 28 años, supo que había perdido parte de su pierna derecha. Así, soportando el dolor y todavía sin entender a cabalidad lo que le acababa de suceder, tomó el teléfono y llamó a su marido. Todo esto ocurrió hace poco más de una semana, el jueves 27 de marzo.
"Primero me llamó un transeúnte, pero se cortó la comunicación. La segunda llamada fue de ella y me dijo que la habían atropellado y que había perdido su pierna. Ahí se puso a llorar, se puso histérica", relató a Manuel Serrano (24), electricista, esposo de María José, quien habló por primera vez sobre lo sucedido.
Minutos antes, una mujer embarazada de seis meses, que se trasladaba hacia el oriente por Carlos Antúnez, en la comuna de Providencia, había sido impactada de lleno por un vehículo en la esquina con Hernando de Aguirre. Uno de los conductores había pasado sin respetar la luz roja del semáforo.
Con el choque, la Ford Escape que conducía Alejandra Carrasco fue lanzada a la vereda y atropelló a dos mujeres y a un niño de dos años que iba al interior de un coche. Ambas eran empleadas y se dirigían a un jardín infantil a retirar a los niños que cuidaban. Todos quedaron gravemente heridos, pero la más perjudicada fue María José, de nacionalidad chilena y no peruana como se informó en un primer momento. "Ella siempre estuvo consciente del accidente. Perdió la pierna en el mismo lugar", agregó Serrano.
Beatriz Jiménez, la otra mujer involucrada, peruana, fue trasladada hasta la Clínica Las Lilas, a pocas cuadras del lugar del accidente. Ahí fue sometida a una operación de emergencia y ya se recupera satisfactoriamente. El niño de dos años, en tanto, fue llevado hasta la Clínica Santa María con pronóstico reservado. Finalmente, luego de tres días internado, fue dado de alta.
Tras el accidente, María José fue ingresada de urgencia al Hospital Salvador. Ahí fue sometida a una limpieza quirúrgica. La mitad inferior de su pierna estaba completamente destruida. Su fémur también resultó dañado.
La semana pasada María José fue sometida a su segunda intervención, donde se le terminó de amputar parte de su pierna, por sobre su rodilla. En los próximos días, en tanto, será operada por última vez, ahora para cerrarle su herida. Luego será trasladada al Hospital del Trabajador, donde estará internada, al menos, por los próximos 30 días. Sobre la nueva vida que la espera una vez que abandoné el hospital, asegura Serrano, todavía no piensan. J