Alarma en la zona costera local tras terremoto 8,2 en el norte
Miles de personas en la región iniciaron la evacuación anoche al dictarse la alerta de tsunami.
l Redacción
Alas 20.46 horas de ayer martes, un poderoso terremoto sacudió el extremo norte de Chile, obligando a las autoridades a decretar la evacuación de todo el borde costero como precaución tras dictarse una alerta de tsunami, que de inmediato levantó las alarmas en la región del Bío Bío, donde aún se mantiene vivo el recuerdo del megasismo de 2010.
El terremoto de anoche, de magnitud 8,2 en la escala de Richter de acuerdo al último informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs), tuvo su epicentro en el mar frente a Tarapacá, unos 99 kilómetros al noroeste de Iquique, y también desató alertas de tsunami en Perú, Ecuador y parte de Centroamérica.
"Vamos a evacuar todas las zonas del borde costero", dijo el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien precisó que de acuerdo a los primeros reportes no se registraron víctimas fatales productos del intenso movimiento telúrico.
En la región del Bío Bío, se citó de inmediato al Comité Operativo de Emergencia. "Vamos a seguir paso a paso lo que está ocurriendo (...) lo más importante es que la gente tiene tiempo para ir evacuando hacia zonas seguras de cada comuna", sostuvo anoche el intendente Rodrigo Díaz. Esto, luego de que la Onemi informara de la hora en que se esperaba la llegada de la ola a las distintas localidades costeras del país, más de dos horas después del sismo en el caso de nuestra zona.
Así, entre las 21.00 y 23.00 horas, las calles de la intercomuna daban cuenta de un ambiente lleno de preocupación y prisa. Hacia los sectores costeros, miles de trabajadores volvían a casa, mientras que en el sentido opuesto, se podía observar camionetas con sus pick ups con familias completas, con niños envueltos en frazadas e incluso bienes y mascotas.
Siguiendo al pie de la letra el llamado de las autoridades y rememorando la madrugada del 27-F, miles de choreros dejaron sus casas y se dirigieron a los puntos de evacuación frente a un posible tsunami. Los cerros de la comuna se transformaron en pequeñas bases y campamentos en los que esperaron a altas horas de la noche.
En el cerro David Fuentes de Talcahuano, los choreros subieron con bebés al hombro y en coches. Victoria Poblete, vecina del Arenal, caminó con sus hijas y una guagüita por más de media hora para llegar hasta la zona segura. "Preferimos prevenir porque nos dio demasiado susto lo que veíamos en las noticias. Nosotras lo pasamos muy mal para el maremoto anterior y no queremos repetir lo mismo", contó.
Por su parte, Corina Toledo quien también subió a los cerros del puerto, relató que "esto nos hace revivir momentos muy duros. Salimos de Santa Clara con mucho miedo. Nos juntamos con el resto de la familia en El Morro y, desde ahí, buscamos altura".
Mientras tanto, las calles de la comuna se quedaron prácticamente vacías. Sólo algunos valientes se acercaron a la zona costera a esperar una eventual ola frente al coliseo La Tortuga. Frente a ello, personal de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, procedieron a retirarlos del borde marítimo para proteger su integridad.
Por otro lado, en San Vicente, cientos de personas llegaron hasta el acceso La Gloria. Desde allí contemplaron el Terminal Internacional y la inmensidad del océano que les hizo pasar anoche momentos de terror. Allí Rodrigo Iturra, vecino de La Libertad, contó a La Estrella que "seguimos la información a través de la televisión y decidimos evacuar porque nos preocupamos mucho. Trajimos linternas y frazadas, cosas que para el anterior terremoto no teníamos".
En Tomé, el alcalde subrogante, Osvaldo Arenas, señaló que el proceso de evacuación se desarrollaba en completa calma, y que era apoyado por móviles municipales. "Estamos recorriendo los sectores comprometidos y ayudando a evacuar hacia la lugares con una altura superior a la cota 30", sostuvo, añadiendo que entre 15 mil a 20 mil personas debían dejar las zonas de riesgo.
En Dichato, pese al gran daño que recibió el balneario hace cuatro años, sus habitantes tomaron la emergencia de anoche con calma. La mayoría de los residentes permanecieron en sus casas y el borde costero permaneció vacío gracias al trabajo de Carabineros y funcionarios de la Policía de Investigaciones, quienes evitaron que cualquier curioso se acercara a la playa.
"Toda la gente está tranquila, en paz. Han subido a las zonas altas. Los pescadores sacaron sus aparejos de pesca", relató anoche Ximena Toledo, dirigenta de los damnificados del 27-F en Dichato, recalcando que pese al frío y a la niebla que cubría la localidad, el ambiente era de completa calma.
En la provincia de Arauco, el gobernador Humberto Toro informó que en Lebu se produjo la autoevacuación de unas 350 personas a las zonas más altas de la comuna, mientras en Tirúa unas 150 personas subieron a los cerros.
Donde efectivamente se llevó a cabo una evacuación coordinada por las autoridades, más el apoyo de Carabineros y voluntarios deBomberos fue en la comuna de Arauco. En la localidad de Tubul, por ejemplo, 160 personas tuvieron que salir desde sus domicilios, lo mismo pasó en caleta Llico (50 evacuados) y en Punta Lavapié (50 evacuados).
La situación de la Isla Mocha fue diferente, pues, la totalidad de sus habitantes concurrieron hasta las zonas más altas del lugar, en total. El gobernador Humberto Toro, además, informó que el llamado en todo momento fue a mantener la calma y a efectuar la evacuación en forma calmada hasta que la situación volviera a la normalidad.
También se señaló que los organismos encargados de actuar ante situaciones de emergencias, tales como Carabineros, Bomberos y los hospitales se encontraban hasta la madrugada de hoy en estado de alerta.
En Concepción, en tanto, el temor a repetir la situación vivida las horas posteriores al 27-F, decenas de automovilistas repletaron anoche las estaciones de servicio para cargar combustible.
En el norte, en tanto, los primeros minutos tras el megasismo fueron de tensión, aunque luego la evacuación se desarrolló con calma. Así lo relató Boris Villalobos, de 38 años y oriundo de Talcahuano, quien vive hace tres décadas en Iquique. "Evacuamos a zona de seguridad de inmediato con mi mamá, estábamos atentos y sabíamos que iba a pasar. Aún así hubo desorden en el tránsito y mucha desesperación. Ahora en lo alto hay más tranquilidad".
En tanto, Doris Rebolledo (65), penquista radicada en Iquique, sostuvo que "el movimiento fue fuerte y extenso. Decir que sentí miedo es poco (...) a pesar de la preparación vivir algo así es diferente".
En Arica, unas 40 mil personas se encontraban resguardadas en las zonas altas, indicó el alcalde Salvador Urrutia. "Muchas murallas del centro histórico cayeron (...) Parte del Morro de Arica se derrumbó, pero sólo una pequeña parte", añadió. Fue un terremoto grave y esperamos que la gente siga reaccionando bien", dijo el edil. J
l En las cárceles de Arauco y Coronel, a las 22.30 horas se activó el plan de enlace para la evacuación preventiva de la población penal. Según informó la Dirección Regional de Gendarmería, en el primero, se trasladaron 107 internos a predio fuera de la cota de inundación, ubicado a 800 metros del recinto, mientras en el segundo caso se movieron 131 internos hacia El Manzano con apoyo de la PDI y Carabineros. En tanto, el penal de Lebu permanecía en alerta preventiva y su evacuación era analizada, al estar fuera de la zona de inundación.