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El "20" dejó de ser chico: 500 mil personas fueron a Yumbel

Para el fin de semana se espera que lleguen otros 300 mil peregrinos adicionales.

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l Cecilia Bastías Jerez

La cantidad de peregrinos que llegó este jueves 20 de marzo al Santuario de San Sebastián en Yumbel superó todas las expectativas de los organizadores de esta fiesta religiosa, quienes esperaban a cerca de 500 mil fieles, pero para dentro del transcurso del jueves, viernes, sábado y domingo.

Sin embargo, de acuerdo a las cifras que entregó el municipio, sólo durante la jornada del jueves se llegó al número de personas esperadas para el fin de semana completo.

"Ya dejó de ser el 20 chico", dijo el alcalde de Yumbel Jaime Gacitúa, y señaló que afortunadamente la celebración se desarrolló con normalidad. "Tuvimos gran afluencia de peregrinos en la mañana y en el transcurso de la tarde fue bajando", indicó el edil y agregó que para el sábado y el domingo se espera que lleguen unas 300 mil personas más.

Varios de los fieles que se acercaron al santuario, quedaron impresionados con la cantidad de vendedores ambulantes que había por las calles de Yumbel, que poco tenían que ver con la actividad piadosa. De hecho, hasta cuchillos de cocina se ofrecían en medio de la festividad.

Sobre esa situación, La Estrella consultó al alcalde, quien indicó que según los antecedentes que le entregó la Oficina de Comercio, este año se habrían superado los 1.500 puestos y locales de venta de productos en la calle. "Es una cifra superior a la de enero y bastante considerable", dijo la autoridad comunal. Se trata de permisos que se dan sólo por el día 20 y otros de 5 días, que son para el comercio empadronado que tienen sus puestos registrados y que los reservan con anticipación.

En cuanto su opinión sobre la gran presencia de comerciantes, Gacitúa indicó que, "considero que la municipalidad tiene que dar un orden al comercio, pero nos encontramos con una situación que es muy difícil de abordar, porque el comercio llegó hoy muy temprano por lo que el municipio tuvo que reaccionar y los inspectores tuvieron que empezar a cobrar los permisos ahí, y a autorizar el comercio en algunas calles que no estaban autorizadas".

Es decir hubo varios vendedores que se instalaron y la municipalidad con sus inspectores hicieron que formalizaran su situación en el momento, pagando el permiso.

En la celebración del '20 Chico' es posible ver en su mayoría gente ligada la mundo campesino, es así como abundó la presencia de machis y huasos que se apostaron en el santuario para dar gracias por los favores concedidos y también para pedir por sus seres más queridos.

Tal es el caso de Bárbara Arévalo, de 17 años, quien se dedica a las corridas en el rodeo, que con su padre Héctor se viste con sus tenidas corraleras para pedirle al santo que la proteja en este arriesgado deporte. "Venir como corraleros es parte de una manda, yo pido por los rodeos para que no corra ningún peligro y San Sebastián siempre ha estado protegiéndome", comenta Bárbara, que empezó hace dos años a correr y se aferró a la misma devoción que tiene su madre Rosa Soto, quien manifiesta que está bastante orgullosa con que su hija siga con la tradición familiar de venir al santuario.

Arita, de 23 años de edad, viene del sector de Haras del Laja, también viene en compañía de sus papás todos los años y también para el día 20 de Enero. "Yo acompaño a mi papá desde los 9 años me venía a caballo y me volvía en bus porque era muy chica", relata, pero ya más de grande ha venido a caballo desde el día anterior en la noche. "Dejamos a los caballos cerca de una Virgen. Se junta un grupo y venimos en una cabalgata muy grande", indicó la joven.

Desde la comuna de Padre de las Casas, llegó la machi Bernardita Escobar, con un grupo de familiares vestidas a la usanza mapuche. Ella señaló que viene hace 16 años acá. "Vengo por mi familia y todos mis seres queridos, a rezar por ellos. En general a agradecer por todo lo que tengo y dar gracias por cada cosa que he obtenido durante el año", indicó y agregó "me acompañan mi marido, mis hijos y una sobrina, yo vengo con tanta paciencia para mi no es difícil venir para acá de tan lejos".

Diego Canale, es un sacerdote de Buenos Aires, actualmente está en Diócesis de Neuquén donde está el santuario de San Sebastián y para esta festividad viajó a Chile a conocer en su origen la tradición popular que se celebra al otro lado de la Cordillera.

"Para el año 1946 un grupo de paisanos estuvieron aquí en un 20 Chico y llevaron la imagen de San Sebastián allá, la cruzaron a lomo de mula", relató Canale.

"Y para entender mejor eso vine por primera vez. Creo que está lindo, me gusta. Pude recorrer un poco porque hay mucha gente, me llama mucho la atención que es una fiesta del pueblo sobre todas las cosas", afirmó el presbítero.

La localidad donde se celebra esta festividad en Argentina, se llama Las Ovejas allí, según el padre, viven 1.500 personas, pero para la celebración llegan cerca de 20 mil. "Pero espero que la zona de Las Ovejas no llegue nunca a tener el comercio que hay acá", afirmó el sacerdote aunque comprende que es necesario que la gente trabaje le pareció excesivo el número de comerciantes en Yumbel.

El padre Canale, hace cuatro años y medio que es sacerdote. Comentó que el tuvo la suerte de conocer al Papa Francisco en su formación en el seminario. "Él es un hombre muy humilde, es muy atento, tenía la paciencia de escucharme a mi mientras era seminarista y además es un hombre con muy buena memoria", manifestó. J

l "Vengo a conocer como es la celebración. Me habían dicho que es muy bonito y me doy cuenta que tenían razón. Nunca pensé que iba a venir tanta gente. Vengo con mi señora, mi suegra y mis hijos. Venimos todos por primera vez para conocer la celebración".

l "Hace como 10 años que vengo, vine primero con mi marido porque él tenía una manda y ahora yo vengo por mis hijas para que se porten bien y que les vaya siempre bien. Encuentro que es bonita esta celebración, lo único que la empaña un poco todo es el exceso de comercio".

l "Yo empecé a venir hace como 18 años, pidiendo por mi hija mayor para que creciera bien y que no se enfermara ni nada. Después seguí viniendo por otras razones, ahora vengo por mi hijo mejor, más que nada vengo a dar gracias a Dios y a pedirle algunas cosas nunca está de más".