Así es la cruzada por reinsertar a los pitbulls en la sociedad tras el abandono de sus dueños
Por años han sido vistos como perros peligrosos. En algunos países, incluso, su tenencia está prohibida. En Chile una organización busca borrar ese estigma y mostrar su otro lado.
l Felipe Rioseco
La primera vez que Andrea Cazés tuvo contacto con un pitbull fue hace casi tres años. Una amiga cercana rescató a una perra de la calle y Andrea, sin saber nada sobre su raza, encajó con ella a la primera. Ya llevaba un año recogiendo perros abandonados y dándolos en adopción, pero nunca antes se había enfrentado a un pitbull. Recién con Danka -así se llama la perra en cuestión- se interiorizó en una de las razas caninas más estigmatizadas en el mundo. Tras eso, comenzó a dedicarse prácticamente a tiempo completo a reinsertarlos en la sociedad, principalmente a través de campañas de adopción
La historia dice que el origen de la raza se remonta a la Inglaterra de fines del siglo XIX y que desciende directamente del bulldog. En un comienzo se utilizó para debilitar a las reses destinadas al sacrificio, con el fin de mejorar el sabor de su carne. Luego, detectado su alta tolerancia al dolor y el poder de su mordida, comenzó a utilizarse en peleas clandestinas, principalmente fosos donde dos perros eran enfrentados hasta que sólo uno quedara en pie. De ahí su nombre: pit, que significa pozo, y bull, que quiere decir perro que pelea con toros.
Pero esa es la historia no oficial, porque lo cierto es que poca certidumbre hay sobre el nacimiento de los pitbulls. Versiones como esas hay por montones.
Sobre lo que sí hay certeza es de su fama. La misma que lo tilda de un perro agresivo y que Andrea Cazés, junto a un verdadero movimiento ciudadano, pretende erradicar. "El pitbull es totalmente un perro de familia. Todo depende de la actividad física, de la dedicación que le da su dueño y de la sociabilización", aseguró Andrea, dueña de tres shar-peis y dos pitbulls hembras, ambas rescatadas de la calle.
Coincide con ella el etólogo veterinario Hernán Dueñas: "Tiene un potencial de perro fuerte, dominante. Pero si es criado de una manera normal no va a ser agresivo. Los pitbulls tienden a ser muy protectores de su entorno y muy protectores de su familia".
Casi 3.500 personas componen el grupo de Facebook fundado por Andrea, "Pitbull adopciones Chile". Ahí, hombres y mujeres de todo el país entregan información sobre perros abandonados y se les busca dueño. "En la página de Facebook vamos canalizando la información y la ayuda. Estamos atentos a qué perros están en adopciones y hablamos con las familias interesadas", explicó Andrea, agregando que "todos los días aparece un perro pitbull abandonado. Hay muchos casos de gente que se va de sus casas y deja al perro tirado".
En los últimos tres años, son cerca de 30 los pitbulls que han sido rescatados de la calle y dados en adopción, incluida una camada de 11 cachorros. El mecanismo es el siguiente: si alguien ve a un perro vagando por la calle o abandonado en algún lugar, sube la información al grupo. Ahí se le busca un hogar temporal y se reúne dinero en caso de necesitar tratamiento. A las hembras se les esteriliza y a los machos se les castra. "Ese es el requisito mínimo", aseguró Andrea.
El objetivo es reducir al mínimo la reproducción de potenciales pitbulls abandonados. Luego, cuando el animal está sano, se le busca una familia. Para ello los interesados deben llenar un formulario y postular. El proceso es lo más cercano a adoptar un niño. No cualquiera puede adoptar un pitbull, explica Andrea.
"El principal error al criarlos está en tenerlos en espacios pequeños, dejarlos solos. Ahí se potencia su lado malo, entra en un cuadro de depresión y en esa ansiedad empieza a volver a sus instintos más básicos: la supervivencia y la protección de su entorno", explicó Hernán Dueñas.
Es en esas condiciones cuando los pitbulls le hacen honor a su fama de asesinos. Y eso es lo que esta organización, que no tiene nombre oficial, busca evitar bajo el lema: "no hay razas peligrosas, sino dueños irresponsables". Los interesados son sometidos a entrevistas, se evalúa las condiciones en que el perro vivirá y su capacidad de adaptación. Terminadas todas las etapas del proceso, los que cumplen con los requisitos vuelven a casa con un pitbull. J