l Carlos Paz Durán
La mala campaña deportiva que cumple Naval, y que lo tienen hoy colista de Primera B, es sólo uno de los dramas que vive la institución, entendida ésta en su doble arista del Club Deportivo Social (CDS) y la Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Sí, porque anoche el CDS tomó la posición de no aceptar la renuncia de su presidente, Fernando Rojas, hasta que no entregue un detalle del manejo de la entidad en el último período.
La situación dista una enormidad de lo que los directores del CDS habían informado hace dos semanas, cuando anunciaron que asumían la partida del personero, quien presentó su renuncia en febrero para que comenzara a regir a contar del primero de marzo. En su oportunidad, así lo dio a entender el secretario Alejandro Alvear.
El mismo Alvear indicó anoche que "pese a no haber un comunicado oficial sobre la situación de Rojas, no soy partidario de que se vaya hasta que no entregue un balance financiero y organizacional. Como secretario se lo he pedido, pues es una de mis funciones, pero él ha dicho que aún no ha reunido todos los detalles", explicó.
Es por tal motivo que se suspendió además la asamblea de socios que el CDS tenía pactada para este viernes 7 de marzo, y que por ahora no tiene fecha.
Otros dirigentes tienen una postura personal aún más radical, y que consiste en aceptar la renuncia de Rojas recién en mayo, esto es, cuando el Clausura de Primera B haya terminado. ¿Por qué en esa fecha? Porque temen que el club descienda (es antepenúltimo en la tabla acumulada).
Sea o no aceptada la renuncia de Rojas en los próximos días, semanas o meses, lo cierto es que él seguirá como integrante de la SAD, cuya propiedad es "en un 99 por ciento del Club Deportivo Social", señaló el personero Gilberto Araya. Es la SAD, además, la única que tiene relación con la Anfp. J