l Carlos Paz Durán

Al término del partido los hinchas lotinos no lo podían creer. Se pellizcaban, se tiraban el pelo o se preguntaban si sería cierto. Y sí, era cierto: Lota Schwager había hechos su mejor partido desde que Germán Corengia está en la banca y, gracias a ellos, había goleado con toda justicia por 4-1 a Naval en el Federico Schwager.

Tarde redonda la de los mineros, una que hacía tiempo no vivían, y de las que seguirán necesitando para salvarse del descenso.

Para triunfar, los de la Lamparita hicieron un cotejo casi perfecto. De no haber recibido el solitario descuento visitante, y de haber anotado un par más de las numerosas ocasiones de gol de que disfrutaron, seguramente habría obtenido puntuación perfecta.

Si el local jugó bien fue porque tuvo un alto rendimiento en todas sus piezas, y desde el minuto uno hasta el 90.

La clave de todo estuvo en el brillante cometido que registraron Alejandro Camargo y Oliver Toledo en el medioterreno. Ellos fueron los pulmones de buen fútbol que alimentaron a la línea ofensiva.

Pero no fue lo único, pues cuando estuvieron frente al portero chorero Luis Ignacio Aseff, los lotinos se mostraron certeros en el finiquito.

Presión constante, velocidad y profundidad ante un cuadro navalino que jamás pudo despertar de la pesadilla, fueron las llaves la victoria. Para el Ancla no hay perdón, pese a se presentó con varias variantes en la oncena. J