Benjamín fue impactado por auto de vecino. Su familia y el barrio entero están destruidos.
l Mario Saavedra Ponss
Un accidente como el ocurrido el sábado en el sector de Villa El Remanso II, en Chiguayante, no puede ser calificado de otra forma que no sea tragedia. Allí, el pequeño Benjamín Morales Larraín, de sólo tres años, falleció tras ser atropellado por el automóvil de un vecino que regresaba a casa junto a su familia.
El hecho currió en la esquina de Río Malleco con Ñuble, en donde por razones que están siendo investigadas por la Sección Investigadora de Accidentes de Tránsito (Siat) de Carabineros, el menor cruzó la calle y fue alcanzado por un vehículo de color blanco.
De acuerdo al relato de los testigos, tras el accidente fueron a avisarle a Marcelo, un vecino que es matrón y que podía prestarle atención al niño. Pero cuando el funcionario de salud llegó al lugar, comprobó que era su propio hijo quien yacía en el pavimento. Hasta que llegó personal del Samu intentó reanimarlo, pero el pequeño falleció de forma casi instantánea.
Quienes conocen a Marcelo y a su mujer, indicaron que viven por sus hijos y que están preocupados por ellos en todo momento. Sin embargo un solo segundo bastó para que la vida llena de alegría del pequeño Benjamín terminara. Sus restos fueron llevados al SML y entregados sus padres. J
l El capitán de la Siat, Robinson Benelli, señaló que "Se realizó una investigación en cada detalle involucrado, incluyendo el perímetro y el móvil involucrado. Si bien el accidente no fue de gran energía, por la estructura del menor, este no logró resistir el impacto. Estamos trabajando en las hipótesis del hecho, incluyendo la presencia de vehículos que pudieran haber obstaculizado la visibilidad y las circunstancias en que cruzó el menor".