La historia de esfuerzo de la reina de la papa cañetina y su familia que la apoya en todo
Con amplio conocimiento de lo que son los negocios, Rosa cuenta cómo sale adelante con sus hijos y marido.
l Cecilia Bastías Jerez
Con gran entusiasmo Rosa Rifo ofrecía sus papas cañetinas a cuanta persona se le cruzaba frente a su puesto instalado adentro de la Feria de la Papa en la Vega Monumental de Concepción. El hermoso canto de esta mujer, de 33 años de edad, con el que promocionaba sus productos, también llamaba la atención de quienes compraban sus vegetales cultivados y cosechados con sus propias manos.
Rosa lleva 17 años de matrimonio con Pedro Quintre, de 46 años de edad, y pese a la diferencia de edad, Rosa comenta que se llevan bastante bien como esposos y como socios, ya que trabajan en conjunto la tierra.
En efecto los dos se conocieron en el mismo ambiente, ya que vivían cerca y las familias de origen de ambos trabajaban la tierra y tenían ascendencia mapuche.
Por eso, en la actualidad los que este matrimonio está haciendo es continuar con la tradición familiar y seguir con el negocio que conocen que es la agricultura.
Rosa, admite que aunque trabajan juntos en el tema de la papa, igualmente cada uno tiene sus negocios a parte. Por ejemplo, ella vende mote cocido también y ensaladas. Y por otra parte él además de cultivar la papa, cultiva arvejas y habas en las huertas. De esta forma conserva su independencia y pueden diversificar un poco el negocio familiar.
"Yo pienso que trabajar en familia es bueno, se trabaja en unión y todos reman para el mismo lado", comenta Rosa y afirma que no tienen grandes conflictos porque todos tratan de sacar juntos adelante toda la cosecha. En este trabajo también se incluye a los tres hijos que tienen; dos niñas de 16 y 13 años y uno niño de 11 años. Los tres colaboran también en las labores, aunque Rosa comenta que igualmente están en el colegio y que el trabajo se concentra más en los padres, así como también algunas personas que contratan para los trabajos de cosecha y siembra que son los que requieren de más mano de obra.
En ese sentido, Rosa valora el poder trabajar en familia, y también comenta que considera que su hija mayor seguramente se seguirá dedicando a lo mismo porque tiene más habilidades para comerciante ya que en los estudios pareciera que no tiene tanto entusiasmo. "Ella hace igual que yo, ensaladas, mote cocido y los vende sola, yo creo que por ahí va el futuro de mi hija. Porque me ayuda bastante a mí y tiene habilidad para el comercio", comentó.
Esta familia además de estar ligada a la tierra por la actividad económica que desarrollan, también lo están por sus ancestros.
Los Quintre Rifo, tienen origen mapuche y pertenecen a la comunidad Juanito Antinao de la localidad de Antiquina de la comuna de Cañete. Ahí, Rosa comenta que intenta mantener las costumbres de sus ancestros y que le transmiten a sus hijos la importancia de ser mapuche, así como también la mayoría de las tradiciones ancestrales y el festejo de la fiesta de sus pueblos como es el año nuevo mapuche.
"Para ese día nosotros hacemos mote, sopaipilla y comemos carnes cocidas. Esa es la forma que usamos para celebrar el día del año nuevo mapuche", señaló Rifo.
Mientras Rosa estuvo en Concepción, promocionando sus variedades de papas con su hijo Arturo, el menor. Quien con mucho empeño también ayudó a otra persona que estaba con un puesto al lado de ellos. Según indicó Rosa "El Arturo empezó a ayudarle a un abuelito9 que también traía papas para ofrecerlas, pero fue a almorzar y como a él le gusta vender empezó a promocionarle sus papas".
"Cañetinas son mis papitas" dice Rosa, quien además comercia mote cocido y ensaladas, pero en esta ocasión se dirigió hasta Concepción para mostrar dos variedades de papas que son la Karu y la Desiree.
Según esta productora la Desiree es más conocida y la Karu están cosechándola hace poco. Esta última es más rápida en crecer se demora 90 días para poder ser cosechada, es mejor para hacer papas fritas porque demora menos en cocerse y no tiene tanta azúcar. En macio la papa de la variedad Desiree sirve más para el puré y las papas mayo.
Respecto a por qué no estaba con su esposo, Rosa comentó que se quedó preocupado de los sembrados de trigo y de arvejas porque hay que empezar a trabajarlos ahora.
Habitualmente esta familia participa de los proyectos que ofrecen el Fosis o Indap, para poder darle fuerzas a su trabajo de agricultura y participar de este tipo de ferias costumbristas. "Estas ferias, son una súper buena oportunidad porque es donde podemos dar a conocer el trabajo que hacemos durante todo el año", comentó.
Para Rosa la diferencia entre la papa cañetina, y la traída desde otras zonas no está en el tamaño, como habitualmente se cree, sino que en el sabor que para Rosa es un sabor especial. Otro factor que la caracteriza es la cantidad de tiempo que dura la papa. "Lo del porte depende de los abonos, y del tipo de papa que sea", agregó.
Cuando le preguntan a Rosita si es que tiene sus raíces son del campo, ella contesta sin duda alguna "obviamente", es la única forma de ganarse el dinero que conoce esta mujer madre de tres pequeños y es lo mismo que les está enseñando a sus hijos, eso siempre y cuando ellos no decidan buscar otro horizonte con alguna carrera, ella no descarta ninguna de las opciones. "Obvio que soy del campo, así nos conocemos con el Pedro. Además mis papás se dedicaban a la agricultura, hacía artesanía en ñocha, hacía canastitos, bolsitas, carteras", relata y asegura "Ahora nosotros con mi marido trabajamos en nuestra tierra propia. Para trabajar la papa uno necesita tener más de 5 hectáreas, así que en eso nosotros trabajamos y vendemos generalmente a la gente que anda en camiones, no directamente al consumidor", afirma.
Lo anterior en el caso de la papa, porque en ocasiones van a Curanilahue a vender, los productos que ella misma prepara. "Tenemos nuestras redes también, a quienes les vendemos", añadió Rosita, demostrando lo aprendido en estos años de trabajo de la tierra y de venta de productos.
En cuanto a la cosecha de este año, Rosa comenta que afortunadamente ellos como productores no tuvieron grandes problemas. Pero que4 reconoce que en el caso de otras personas dedicadas a lo mismo, la falta de agua y las heladas los marcaron importantemente.
"Se perdió bastante producción en algunos caso, nosotros por suerte no tuvimos ese problema", señaló y agregó como buena comerciante "esperamos tener una buena cosecha y poder venderla a mejor precio", comentó. J