l La captura del presunto autor del crimen que dejó sin vida a una joven de 16 años mermó en algo el dolor de la familia de la adolescente, estudiante del Liceo Alonso de Ercilla, quien fue golpeada con un palo y degollada, y además habría sido víctima de un ataque sexual. Fueron vecinos los que alertaron a Carabineros sobre la presencia en un camino interior de Huentelolen del hermanastro de la menor, de 19 años, quien desapareció el día del hallazgo del cuerpo.

En la audiencia de control de la detención la fiscalía solicitó ampliar el plazo de la detención hasta el martes. "Nos falta información para determinar el tipo penal que se le va imputar. Se trata de la autopsia que indicará el tipo, secuencia y número de lesiones, además de determinar si hubo agresión sexual", precisó el fiscal Luis Morales. "El individuo entregó dos versiones: una en que reconocía la ejecución del ataque sin entregar detalles, y una segunda versión que indicaba que efectivamente había ido a la casa de la joven y que había sido golpeado en la cabeza por alguien y que al recuperar la conciencia se encontró con la escena, tras esto se asustó y huyó del lugar", señaló.

En tanto, los restos de la joven eran velados ayer en casa de sus abuelos, con los que se crió de pequeña. J

l Pocas pistas existían ayer de lo que sucedió con Álvaro Ñeguey Pilquiman, de 30 años, quien fue encontrado calcinado al interior de su vehículo, en el sector de Puerto Choque en Tirúa. El hallazgo lo realizaron habitantes del lugar, quienes encontraron el auto quemado a unos 50 metros del camino principal y con el cuerpo del comunero mapuche en su interior. Las primeras diligencias a los restos carbonizados no permitieron conocer la causa del deceso y tampoco hay claridad acerca de lo acontecido: "Hay varias diligencias que nos permitirán esclarecer este hecho. Por el momento sabemos que el fuego partió desde adentro hacia afuera, sin embargo, no sabemos su origen", indicó el fiscal Felipe Calabrano.

Familiares, en tanto, temen que haya sido asesinado. "Había amenazas a nuestra familia, principalmente, por envidia, ya hace cinco años otro familiar fue quemado al interior de su casa", advirtió Víctor Ñeguey, hermano del fallecido, quien trabajaba como temporero en la zona central y se encontraba en la zona visitando a sus familiares. J

l Daniel Roa Torres

Una horrible tragedia dejó a una familia sin dos de sus integrantes, esto luego de que el vehículo en que se desplazaban por la ruta que une a las comunas de Tirúa con Cañete colisionará violentamente contra un furgón que se circulaba en sentido contrario. A raíz de este accidente de tránsito, un matrimonio perdió la vida, y otras 12 personas resultaron con lesiones de diversa consideración.

El fiscal subrogante de Cañete, Felipe Calabrano, precisó que el informe preliminar de la Siat de Carabineros estableció que uno de los vehículos se salió del eje central e impactó a otro que se desplazaba en sentido contrario.

"Por causas que se desconocen, hubo una pérdida de control del móvil (...) una de las ocupantes del automóvil falleció en el lugar, en tanto, una segunda persona murió en el Hospital Regional de Concepción, centro asistencial al que había sido trasladado de urgencia", apuntó.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Orlando Mora Aburto (51) y su esposa, Paula Leontina Aransáez Fica (60), ambos con domicilio en la ciudad histórica. En tanto, sus hijos Miguel (24) y Mabel (26) se recuperan satisfactoriamente. Respecto de los otros heridos, que viajaban hacia el lago Lleu Lleu en un furgón, se conoció que sufrieron lesiones de diversa consideración, aunque fuera de riesgo vital.

Este accidente de tránsito se registró pasadas las 10 de la noche del sábado en la localidad de Huentelolen, sector distante a unos 20 kilómetros al sur de Cañete. En el lugar trabajaron funcionarios del Samu y la unidad de rescate de Bomberos, los que debieron extremar esfuerzos para atender a la decena de lesionados que dejó esta violenta colisión.

Durante la tarde de ayer los restos del infortunado matrimonio regresaron a Cañete y están siendo velados en la capilla Espíritu Santo, ubicada en la población Carol Urzúa. J

l Orlando Mora se desempeñaba como paramédico de la posta del sector Cayucupil y, junto a su esposa, eran conocidos catequistas de la Iglesia Católica de Cañete. "Es una tragedia que nos toca muy de cerca, ya que Orlando era trabajador de una de nuestras postas, además su esposa era una conocida feligresa. Es lamentable que esta familia haya perdido a dos de sus integrantes. Esperamos que sus hijos se recuperen pronto", dijo el alcalde Abraham Silva, que ayer acompañó a Concepción a los familiares de las víctimas.