Impacto: el sexo no quema tantas calorías
Se pensaba que la actividad sexual era el mejor ejercicio. Comprueban que no es así.
l Medios Regionales
Atención, señoras y señores, deténganse. Si ustedes tenían relaciones sexuales para mantenerse en forma, si creían de forma ingenua que un orgasmo equivalía a una sesión en el gimnasio, si valoraban irse a la cama para adelgazar, todo eso, en fin, es una falacia lamentable.
Especialistas más bien amargados echaron por tierra esa placentera creencia. Señores, el sexo gimnástico no ocurre en la realidad. Lo dijo el neurocientífico Barry Komisaruk, la divulgadora e investigadora sexual Beverly Whipple, la experta en sexualidad de la BBC Sara Nasserzadeh y el sexólogo Carlos Beyer-Flores. Todos ellos son autores del libro "Orgasmo. Todo lo que usted siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar".
La cifra es dramática. ¿Sabe cuántas calorías puede llegar a quemar después de esa vibrante perfomance en que se lanzó desde el clóset y luego levantó a la dama y la hizo girar eróticamente por el aire y luego, como un león enloquecido, abrió el cuerpo de ese mujerón sudado y le otorgó tres orgasmos placenteros? ¿Cuántas calorías se queman en toda esa acción? Señores, es hora que lo sepan: todo ese acto sexual le hará quemar dos calorías por minuto. A lo sumo, si usted ya alcanzó posturas geométricamente imposibles, ahí puede quemar tres calorías por minuto.
De esta forma, el libro ha intentado abrir los ojos de los atletas del amor.
Aunque, por fortuna, no todo es tan malo. Los autores de ese libro han revelado que el sexo igual es sano. Es decir, no es para volverse musculoso o alcanzar un ritmo cardiaco de maratonista. Pero sí, es sano.
Los orgasmos, dicen estos expertos, son beneficiosos para la salud. Equivalen a dar un paseo pasivo por la plaza, como máximo. Y poco más. Bajo ningún punto de vista será un ejercicio notable. Mucho menos será lo mismo que salir a trotar. El sexo, entonces, sólo sería ideal para la mente. J
l Los autores del libro "Orgasmo. Todo lo que usted siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntarlo" han sido acusados de matar el poder sanador del sexo. Pero ellos se han defendido diciendo que la actividad sexual realizada con mucha frecuencia podría traer "leves beneficios en el organismo".