El único top model chileno visitó a su familia en Conce
Yoshiaki Hayashi es de lo más sencillo, pero estiloso.
Se para en medio del Paseo Peatonal de Concepción. La gente lo mira y se queda pegada viendo y preguntándose "¿quién es?". Su casi 1, 90 no pasa inadvertido, menos su buena percha, con traje de diseñador. Es Yoshiaki Hayashi, el único top model penquista-japonés, quien entre agenda y agenda en París, se pegó una arrancada a su ciudad natal a visitar a sus parientes. "Vine a visitar a mi familia por parte de mi mamá, que es chilena", dijo Yoshi, acompañado de su tía Rosy Jarpa.
Hace un año que el modelo no pisaba la zona. La última vez estuvo dos días y se fue. Esta vez, la cosa no es muy distinta, pues llegó el miércoles en la noche y se irá este viernes rumbo a Santiago.
"Estoy de vacaciones, vine a descansar, pero la próxima semana tengo una entrevista y sesión de fotos con la revista Caras. Me contactaron gracias al diario. Me han contactado desde todas partes, tengo fanáticos en todo Chile", contó Hayashi, quien encontró que Conce no ha cambiado mucho desde su pasada visita. "Está todo lindo, relajado… es más tranquilo. Están las mismas micros, no cambian", agregó el penquista hijo de padre japonés, quien se enteró en este viaje que el Mercado se había quemado y que no tendría dónde comer las empanadas de queso y tomar leche con plátano como lo hacía en antaño.
Si uno mira a Yoshiaki, quizás no le encuentre cara de japonés, pero en sus venas corre esta sangre. Quizás ese rasgo exótico fue lo que llamó la atención en su comienzo en el mundo del modelaje mundial. "Salí así no más", dijo entre risas, contando que sus dos hermanos mayores tienen un poco más marcados los rasgos asiáticos.
Él, a pesar de ser nuestro único top model, es de lo más sencillo que hay. Cero divo y muy bajo perfil. Tampoco esconde su trabajo y está orgulloso de ser un maniquí a nivel internacional, y más de ser chileno.
"Me mudé este año, de a poco me ha ido gustando. Al principio fue un poco duro. Yo viajaba antes, pero estaba dos, tres semanas o un mes, pero vivir es distinto. Es caro, el idioma cuesta y la gente no es amigable. En Chile somos más de piel, con más onda, pero allá no, son pesados los franceses en general".
"Me cuido, no tanto, pero hay que hacer ejercicios, no comer completos todos los días. Igual me doy mis gustos, pero moderadamente. Ahora no, porque estoy de vacaciones, pero de la próxima semana voy a empezar a bajar la dosis".
Su tía Rosy Jarpa añadió que "la abuela lo encontró flaco y se fue a cocinarle".
"Ya estoy instalado en París, pero voy y vuelvo a todas las partes. Ahora vuelvo el 24 en la noche, pasaré la Pascua volando", dijo Yoshi.
"Vivo con la María Soledad, jajajá. Es mi trabajo, hay que pasar de todo".
"No se trabaja todos los días, tengo tiempo para disfrutar con mis amigos, que son latinos. Para practicar el idioma. No he conocido a ningún chileno ni modelo ni residente".
"Lo he perdido, dicen que lo tengo más bien neutro. Allá me junto con argentinos, brasileños, ecuatorianos, que me dicen que hablo bien lindo, bien claro, no como chileno".
"Me regalan ropa y tengo el clóset llena y se la regalo a mis dos hermanos mayores. Son de la misma talla".
"Sí, no trabajamos todos los días, pero podemos ganar en un día lo que otros gana en cinco días".
En su paso por Chile, Yoshi aprovechará además de ir a votar este domingo en la capital. Aunque no dijo por quién lo haría, señaló que "las dos candidatas tienen cosas positivas, así que, que gane la mejor".