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Profunda tristeza e impacto en el mundo y en nuestra zona por muerte de Nelson Mandela "Él luchó por la dignidad humana" l En nuestra zona, el arzobispo de la Aquidiócesis de la Santísima Concepción, monseñor Fernando Chomalí, también tuvo palabras de elogios para la figura de Nelson Mandela. "El fue un hombre que trabajó incansablemente por la paz. Trabajó incansablemente para terminar con el Apartheid y por la dignidad de los seres humanos. Por eso es que hoy lamentamos su muerte", dijo.

El ex presidente sudafricano se convirtió en un ícono mundial de la reconciliación de los pueblos.

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El ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, falleció ayer por la tarde, a la edad de 95 años, tras no poder superar una infección pulmonar que padecía. La triste noticia fue confirmada por el actual presidente de dicha nación, Jacob Zuma.

El mandatario, con mucha emoción, señaló en conferencia de prensa que "nuestro ex líder, Nelson Mandela, falleció. Nuestra nación perdió a su hijo más grande. Lo amaremos siempre y dejemos que su alma descanse en paz", declaró Zuma. "Vamos a expresar cada uno de nosotros como podamos la gratitud profunda que sentimos por una vida", añadió el actual líder sudafricano.

Durante la madrugada del pasado sábado 8 de junio, el premio Nobel de la Paz debió ser internado nuevamente en un hospital de Pretoria, luego de un agravamiento de su salud. Luego de eso, vivió sus últimos días en su casa.

En las últimas imágenes difundidas en abril, Mandela apareció muy debilitado, sentado en un sillón con las piernas bajo una manta y el rostro inexpresivo. En enero de 2011 y en diciembre de 2012 ya había sido hospitalizado, en ambos casos por infecciones pulmonares, probablemente las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su encierro en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo.

En esta cárcel pasó 18 de sus 27 años de detención en los recintos del régimen del Apartheid. Obligado a picar piedra durante los años de su detención, el polvo afectó severamente a sus pulmones.

En 2012 Madiba -el nombre de su clan con el que le llaman afectuosamente a sus compatriotas- se retiró a su pueblo de infancia, Qunu, en una región rural. Pero en diciembre fue trasladado en avión a Pretoria por razones de salud.

A su salida del hospital sus familiares decidieron instalarlo en su residencia de Johannesburgo, situada a 60 kilómetros de Pretoria, para que estuviera cerca de los mejores hospitales del país.

La salud de Mandela fue un tema de constante preocupación en Sudáfrica por su avanzada edad. Desde 2010 no volvió a aparecer en público, año desde el que se retiró completamente de la vida política, tras la Copa Mundial de Fútbol que fue organizada por el país africano.

Sin embargo, el líder sudafricano siguió siendo un hombre venerado por su pueblo por haber evitado una explosión de violencia en la transición entre el régimen racista del Apartheid y la democracia.

Esta transición le valió el Premio Nobel de la Paz en 1993, compartido con el último presidente del Apartheid, Frederik De Klerk. Un año más tarde, en 1994, se convirtió en el primer gobernante negro de Sudáfrica elegido democráticamente.

El arzobispo Desmond Tutu, otra de las grandes figuras de la lucha contra la segregación racial y también Nobel de la Paz, lo calificó de "icono mundial de la reconciliación".

Durante sus años en prisión Mandela se convirtió en el símbolo de la opresión de su pueblo y en todo el mundo había manifestaciones y conciertos para pedir por su liberación.

Muy debilitado por sus años en la prisión, Mandela tuvo su primer problema grave de salud en 1988 y fue ingresado, en régimen penitenciario, en el hospital de Stellenbosch, cerca de Ciudad del Cabo por una tos provocada por la humedad de su prisión.

Los médicos le diagnosticaron una tuberculosis y pasó seis semanas en el hospital antes de ser trasladado a una clínica más cercana a su prisión.

En 2001, once años después de su liberación, fue tratado con radioterapia por un cáncer de próstata y un año después dijo estar curado definitivamente.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó la muerte del ex líder sudafricano Nelson Mandela. "Fui uno de muchos que se inspiró en su vida. Fue un líder influyente, valiente y profundamente bueno", expresó.

Bajo profunda emoción el mandatario estadounidense expresó que "Nelson Mandela logró más de lo que se puede esperar de cualquier hombre. Él se fue a casa y perdimos uno de los hombres con más coraje y bondad que se haya visto en el mundo".

Añadió que "él ahora pertenece a la historia y a través de su dignidad de transformar a Sudáfrica hizo un ejemplo para todos nosotros. Encarnó la promesa de que todos los seres humanos siempre pueden ser mejores".

En nuestro país, en tanto, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, manifestó su más profundo pesar por la muerte del líder sudafricano Nelson Mandela y "gratitud por lo que hizo por la paz del mundo entero".

"Ha muerto un grande entre los grandes", dijo desde el Palacio de La Moneda. El mandatario resaltó la "altura de mira, la grandeza, la nobleza para trabajar no sólo por la democracia plena sino por el término del apartheid".

Destacó, además, que "tuvo la generosidad de saber perdonar, de luchar toda su vida por reconciliar a los sudafricanos, tanto blancos y negros, y luchar por la paz de su país". J