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En el Cerro La Pólvora alegan por las seis antenas celulares

Los vecinos señalan que no se ha cumplido con las compensaciones y desde la muni se asegura que se está en permanente conversación.

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Los vecinos del Cerro La Pólvora de Concepción están indignados y el principal motivo de la rabia que sienten es la presencia de seis antenas para teléfonos celulares que están instaladas a pocos pasos de sus casas. Ellos dicen que estos aparatos están afectando su salud y que, además, las empresas dueñas de estos artefactos no estarían cumpliendo con la actual ley que las regula.

Cabe señalar que el año pasado comenzó a regir una normativa que detalla cuáles son las compensaciones a las cuales puede acceder una comunidad cercana a este tipo de estructuras. Las opciones van desde reubicar las antenas, de tal forma que queden sólo dos torres por barrio, hasta pagar a la población entre un veinte a un cincuenta por ciento del valor de la estructura. Hay que aclarar, eso sí, que estas compensaciones pueden ser sólo en bienes de uso público, es decir, juegos infantiles, sedes vecinales, plazas y ese tipo de cosas.

En esa espera están los pobladores de La Pólvora, quienes dicen sentir que se ha avanzado demasiado lento en resolver sus inquietudes, aunque reconocen que sí ha habido una empresa de teléfonos celulares que les ha respondido y que pronto comenzaría a hacer arreglos en el sector.

"Primero había una sola antena acá y después pusieron más. Hace un tiempo, con los dirigentes de la junta de vecinos, logramos hablar con el dueño del predio y le dijimos que no queríamos que pusieran más antenas en la población. Yo no entiendo todo esto, porque jamás se me ocurriría ganar plata afectando a mis vecinos", exclamó Imilsa Contreras, de 79 años de edad y que desde 1974 vive en esta emblemática población penquista.

En este sentido, el presidente de la junta de vecinos "Vista Hermosa", Gerardo Ravanal, dijo a La Estrella que se han sentado a conversar sobre este tema con varios jefes de la Municipalidad de Concepción para que se haga cumplir la ley. "Lamentablemente no hemos llegado a ningún arreglo, ni se han hecho presente para demandar a las empresas que no cumplieron con los plazos", señaló el dirigente.

Para Ravanal el desagrado ha llegado a tal punto, que muchos ya no quieren esperar más por una compensación, sino que simplemente piden que saquen las antenas. "Además, sabemos que en otros lados pagan más por antena, pero aquí no, porque somos gente humilde", dijo.

Aparte del tema legal, los vecinos de La Pólvora dicen estar preocupados por los efectos que la cercanía a las antenas podría causar en sus cuerpos. "Yo estoy seguro que todo esto nos afecta en la salud. Muchos acá tenemos cefaleas, trastornos del sueño y nos hemos visto perjudicados, también, porque se desvalorizan nuestras casas", agregó el presidente de la unidad vecinal.

Otra vecina, Elvira Zúñiga, dijo que su padrastro, José Miguel Álvarez, de 89 años de edad, tendría problemas con sus audífonos médicos por culpa de las antenas. "Él no puede usarlos, porque le hacen mucha interferencia y a veces no se siente bien, porque tiene un marcapasos. De una u otra forma, nosotros creemos que esos problemas son producto de las antenas", indicó.

"Yo tengo una nieta que es sorda y no puede usar los audífonos por las interferencias. Además, nos vimos casi obligados a poner cable, porque la televisión abierta aquí no se puede ver. Queremos que saquen las antenas, porque no tiene ningún sentido que ellos sigan acá si tampoco quieren cooperar", agregó Rosa Aguayo, pobladora que hace cincuenta años vive en este sector.

"Aparte de que las antenas han causado daños de salud, también acá se ha hecho un gran daño a la juventud, porque el sector cercano a las antenas se ha transformado en un nido de delincuencia. Esto, antes era un paseo familiar, generalmente la gente venía de otros lugares para septiembre a elevar volatines, ahora, en cambio, tenemos miedo de sacar a los niños acá, ya no hay vida de barrio, prácticamente no nos vemos, porque todos nos encerramos lo antes posible", dijo María Nelly Cid.

Desde la Municipalidad de Concepción, el arquitecto de la Dirección de Obras, Mauricio Gatica, explicó que han estado en permanente contacto con las distintas juntas de vecinos del sector y también con las empresas dueñas de las antenas. Además, desde la corporación edilicia se responsabilizan de la lentitud a la poca claridad de la Ley 20.599 que se promulgó en junio del año pasado. Por la cual el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en algún momento tuvo que aclarar que las compensaciones podían sólo ser en bienes nacionales de uso público, lo que echó por tierra a algunas de las propuestas de las empresas de telefonía celular que habían ofrecido arreglar sedes sociales o sitios municipales. La última dificultad es un dictamen de la Contraloría que baja, tres veces, el valor de las compensaciones, ya que considera sólo el costo de la estructura misma y no todo lo que cuesta una antena, para sacar el porcentaje en dinero que deber ser invertido en la comunidad. J

l El Cerro La Pólvora fue declarado territorio saturado por Subtel, esto significa que corresponde a un área donde hay más de 2 torres soportes de antenas, de más de 12 metros.

Al ser declarado territorio saturado, las empresas debería:

colocalizar, poner varias antenas en un mismo soporte , armonizar más compensar con obras de mejoramiento, o solamente a compensar por otro valor mayor.

l De acuerdo a lo manifestado desde el municipio penquista la situación es bastante compleja porque ha habido varias precisiones que hacer a la ley respecto de la instalación de antenas que entró en vigencia el año pasado. Reconocen que hay seis estructuras de telefonía celular en el cerro y que lo óptimo sería lograr que las empresas decidan colocalizar para que por lo menos el impacto visual disminuyera. Pero como la ley ofrece la compensación, todas las empresas ya presentaron planes en esa línea.