Secciones

La huella del Nico también quedó grabada en la zona

Nicolás Massú se despidió de las canchas y lo hizo a lo grande, en compañía de Nadal y Djokovic.

E-mail Compartir

El adiós del "Vampiro" no podía ser de otra forma. Ante un estadio lleno, ovacionado, ganando un último partido ante David Nalbandián (6-4 y 6-2), en medio de una gran emoción, y acompañado también por dos gigantes como Rafael Nadal y Novak Djokovic.

Una noche que quedará en la retina de la ahora leyenda viñamarina, tal como aquellas tardes inolvidables en que hizo vibrar a millones de chilenos, cuya gesta más heroica la regaló el 2004 en Atenas, consagrando su garra con la doble medalla de oro.

Fue esa justa la que elevó a Massú a la categoría de "grande" del tenis nacional, y cuya huella también quedó para siempre grabada en el corazón penquista.

Las medallas de oro conseguidas en Grecia estaban fresquitas cuando este guerrero vino a la zona, y junto a otro grande, Fernando González, laurearon el gimnasio La Tortuga de Talcahuano. "Tras ganar los juegos olímpicos, vine a jugar una exhibición con el 'Feña