Esta sí que es gracia: Cuatrillizos de Conce son todos remeros y capos nacionales sobre el agua
Nacieron con minutos de diferencia, pero se enamoraron todos juntos del mismo deporte.
Cuando llegaron a este mundo sus cuatro hijos, uno tras otro, el mismo día y casi a la misma hora, a Melita Schüssler, de seguro lo que menos se le pasó por la mente fue lo que el destino le tendría preparado a sus lindos cuatrillizos.
Y es que los muchachos, hoy todos de 16 años, no sólo iban a estar unidos para siempre por esa hermandad que los separa sólo por un par de minutos, sino que el deporte, y en especial ese que se practica sentado sobre botes, con extensas palas, flotando en el agua, lagos y lagunas como es el remo, serían los principales elementos que más cerca y unidos los tendrían en gran parte de su vida.
"La verdad es que jamás me imaginé a los niños metidos en el remo. Yo toda mi vida fui deportista, fui atleta, practicaba el lanzamiento de la bala y el disco, y los iba encauzando por ese lado, por el lado del atletismo, hasta que un día un amigo de mi hijo lo invitó a remar, y hasta hoy siguen en esto, nunca más lo dejaron", cuenta la madre de los cuatrillizos, mientras contempla orgullosa a sus "niñitos" remando al mismo tiempo y sobre el mismo bote en las aguas de la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, donde entrenan de lunes a lunes en el Club de Remo Regatas Miramar (salvo el caso de Melita, quien desde hace poco entrena en el Club Llacolén).
Pero ¿cómo nació está afición por el remo? Casi por casualidad, pues los cuatro penquistas hasta los 10 años practicaban otros deportes, hasta que llegó el día en que todo cambió.
"Yo jugaba básquetbol antes, y un día un amigo me invitó a remar, vine a probar y me gustó, me quedé y después ellos me siguieron, como ovejas perdidas", dice entre risas Ignacio Abraham, el tercero en orden de nacimiento de los cuatrillizos, repasando el inicio de esta aventura familiar sobre los botes y en las lagunas.
"Para mí es súper entretenido, emocionante, por lo menos a mí me gusta esto de tener a tres hermanos en la misma disciplina. Partimos todos juntos en realidad, un amigo nos invitó y nos gustó a todos", agregó Alfredo, el segundo del grupo, remarcando que "yo antes hacía atletismo, jugaba a la pelota, el año pasado jugaba básquetbol, hacía varios deportes, pero el remo se impuso".
"Me gusta eso de estar en contacto con la naturaleza, siempre en contacto con el agua, en otros deportes hay que estar en un gimnasio, encerrado en un estadio, acá no, estar al aire libre es lo que más me gusta, y es un deporte muy completo", agrega Melita, la hermana mayor.
Y esto de entrenar juntos y verse gran parte del día no es problema para los cuatro hermanos, pues se llevan bastante bien.
"Igual es bueno, uno se siente apoyado, como todo hermano hay a veces roces, pero nada. Los veo todos los días, con mi hermano por ejemplo (Alfredo) estamos en el mismo curso, después vengo a entrenar y lo veo otra vez, después en la casa ahí lo vuelvo a ver. Lo veo a cada rato", repasa la sonriente Antonia, la última de los cuatrillizos en llegar al mundo.
"No es problema, nos llevamos bien, desde chicos que mi mamá nos inculca esto del deporte", apunta Meli, quien junto a su hermana Antonia y a su amiga remera Josefa Vila (del Club Deportivo Alemán), son conocidas como las "Chicas Superpoderosas".
El caso de Melita, Alfredo, Ignacio y Antonia (en ese orden vieron la luz), debe ser único en Chile y tal vez en el mundo, pues no todos los días se ve a cuatro hermanos absorbidos por la magia de un mismo deporte, y mejor aún, que todos ya tengan a su haber varios triunfos y marcas nacionales en su categoría cadete, vislumbrándose como las grandes promesas del remo en Chile.
"En los años que llevo en este club y en el remo, es la primera vez que me pasa algo así, tener a estos cuatro muchachos. Ha sido muy interesante, porque cada uno tiene su especialidad distinta. Y lo mejor, son todos súper disciplinado, nada que decir, responsables, de los años que llevan acá, siempre han sido responsables. Los cuatro son muy fijos en sus metas, en ese sentido puedo decir que yo tengo mucha suerte, el que hayan llegado a mi club, un club chico, y es un privilegio tener a verdaderos campeones nacionales", agregó Gonzalo Álvarez, el entrenador de los muchachos en el Club de Remo Regatas Miramar.
Y cómo no va a ser un afortunado, si tiene en estos consanguíneos a puros capos del remo, pues a sus cortos 16 años todos cuentan a su haber con un montón de triunfos, tanto en Chile como en el extranjero.
De hecho en el reciente Nacional de Remo realizado en San Pedro de La Paz, los cuatro muchachos destacaron: Alfredo e Ignacio se coronaron campeones nacionales en la categoría Doble Cadete A, mientras que Ignacio obtuvo el tercer lugar en la categoría Single Juvenil.
Antonia fue campeona nacional en categoría Doble Cadete A junto a su compañera de equipo, Monserrat Castro, y obtuvo el segundo lugar en Single Juvenil; mientras que Melita obtuvo el segundo puesto en Single Cadete A.
Pero no sólo eso, ya que tanto Melita como Ignacio fueron subcampeones en el sudamericano juvenil disputado en Río de Janeiro, y las dos hermanas, junto a Josefa Vila, se impusieron en la Copa de la Juventud en Suiza, donde llegaron como invitadas y se trajeron la victoria.
"Igual es difícil, hay que compartir el tiempo entre entrenamientos y estudios, pero para esto hay que tener disciplina, motivación, constancia", apunta Antonia, dando la receta básica para triunfar no sólo en el remo, sino en cualquier disciplina.
"Acá entrenamos todos los días, de lunes a lunes, a veces entrenamos antes de ir al colegio, a veces en la tarde volvemos a entrenar. Nada es impedimento para practicar el remo, cuando hay lluvia, abrigarse bien no más, a ponerse un cortaviento y a remar, listo, eso es lo que caracteriza a los remeros, somos súper 'aperrados