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Chofer tenía una gran experiencia al volante

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l Pese al cuestionamiento de los apoderados de la Escuela Villa Centinela Sur, por el supuesto mal estado en que podría haberse encontrado el bus que trasladaba a los 43 alumnos que sufrieron el fatal accidente ocurrido ayer en Tercer Acceso hacia los cerros de Talcahuano, la intendenta (s), María Carolina Ríos, indicó que el vehículo particular cumplía con todos los requisitos que el Ministerio de Transporte considera a la hora de generar permisos a las empresas.

La misma opinión tiene Alejandro Baterman, amigo y empleado del chofer fallecido, quien señaló que el bus estaba en excelentes condiciones. Asimismo, agregó que su compañero tenía buenos reflejos y una gran experiencia al volante lo que ayudo a que no hubiera más muertos. "El sistema de frenos de aire tiene un respaldo de seguridad, que se llama Master, que nos da cinco o seis segundos de reacción, pero en una curva es menor, así que mi jefe tuvo que reaccionar mucho más rápido para salvar a tantos niños", explicó Baterman.

Asimismo indicó que "fue nacido en medio de los fierros porque su papá tenía micros, así que supo lo que se debía hacer". J

Comunidad escolar de duelo: suspenden clases

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l La comunidad escolar de Villa Centinela Sur quedó impactada al conocer que 43 de sus alumnos habían sufrido un fatal accidente. La noticia causó revuelo e inmediatamente las clases fueron suspendidas sin fecha específica de reinicio. Así lo ratificó el seremi de Educación, Mario Delannays, quien al visitar a los estudiantes internados en el Hospital Higueras indicó que "con motivo a este duelo, todas las actividades del colegio se suspendieron".

Por el momento, la institución escolar en conjunto con el Ministerio de Educación están otorgando ayuda psicológica a alumnos, profesores y apoderados que lo necesiten.

De igual manera, se comenzaron a desarrollar las investigaciones sobre el caso con la finalidad de encontrar responsables y generar sanciones. "Se va a abrir un sumario para encontrar las falencias que hubo en este accidente", sostuvo Delannays.

Asimismo, el municipio del puerto suspendió ayer sus actividades. J

Dolor y angustia por saber de sus hijos en el hospital

Llanto, molestia y poca información causaron estragos entre los apoderados.

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"La mamá de una compañera me avisa y me dice, ¡Erica, Erica los chiquillos tuvieron un accidente! Y yo respondí ¿Cómo?", expresó la madre de Jairo Saavedra, al enterarse de la tragedia que vivieron 43 alumnos de la Escuela Villa Centinela Sur de Talcahuano.

A Erica, hasta ese momento, nadie le había informado que su pequeño hijo de nueve años era partícipe de uno de los accidentes carreteros más terribles que se ha vivido en la zona chorera. "Del colegio a mí no me llamaron, y si no es por mi vecina, nunca sé que Jairo está acá", lamentó la apoderada, aún impactada. Lo peor es que el niño fue ingresado al Hospital Higueras para constatar lesiones sin un familiar al lado y cuando se le otorgó el alta no había nadie en espera, quedando desamparado en el caótico escenario que se vivía en ese momento."Estoy solo y no he sabido nada de mi familia", indicó el escolar.

En su rescate llego una apoderada que lo conocía, lo tomó y lo resguardó hasta que su madre pudo ingresar al recinto de salud. "Mi hijo estaba con otra apoderada, gracias a Dios está bien. Si no lo veía con mis propios ojos no me iba a quedar tranquila", indicó la mujer.

Otros de los casos que llamó la atención fue el de Margarita Cabañas, apoderada histórica de la escuela, que caminaba de un lugar a otro buscando respuestas sobre lo ocurrido.

Cuando ingresó el vehículo de Carabineros que traía a su hija Camila Bustamante, de 14 años, lloraba de felicidad, pues la alumna, aparentemente, se encontraba en buenas condiciones.

La madre al verificar el estado de salud de la adolescente, salió junto a su hija rauda hacia su casa, pero en medio de su camino se cruzó con autoridades de educación que le habrían aconsejado no dar declaraciones sobre el accidente, lo que produjo el enfurecimiento de la mamá, quien a viva voz reclamó por lo ocurrido y por las condiciones del bus en que viajaban los escolares.

De hecho, en el auditorio del recinto hospitalario familiares se reunieron con el alcalde, Gastón Saavedra a quien encararon por el estado en que a su juicio estarían los buses.

Por su parte, Elva Correa, mamá de otra de las niñas, suplicaba a las funcionarias del Departamento de Administración Municipal chorero que le entregaran información sobre Romina Navarrete, una de las más pequeñas del grupo de brigadistas que se dirigían a cumplir honor a la bandera chilena.

"Llegué de las primeras y nadie tiene información de mi hija, he preguntado a todos. No está acá en el Hospital Higueras y tampoco en el Naval. Las señoritas del Daem dicen que tampoco la tienen los Carabineros", sostuvo la afectada.

Romina fue una de las últimas en ingresar al recinto de salud, cerca de las doce y media de la tarde. Sin embargo, salió inmediatamente, pues no tenía ninguna lesión grave.

Pese a que la mayoría de los apoderados se fueron tranquilos hacia sus casos, quedaron allí los familiares de Camila López, de 10 años, quien permanecía con riesgo vital. También en el recinto de salud está Bryan Sepúlveda (11), quien tiene comprometida una de sus extremidades superiores. J

l Uno de los temas recurrentes en las afueras del Hospital Higueras fue el uso del cinturón de seguridad. Es que muchas de los apoderados creían que los buses que constantemente trasladaban a sus hijos desde la escuela hacia otros lugares de la ciudad poseían este implemento. "Ningún niño iba amarrado y eso es súper malo. Quizás nadie hubiera salido dañado ", indicó Erica Saavedra. Además, se comentó que algunos de los alumnos al momento de colisionar se encontraban parados en el bus.