Palafito que esperaba pareja de abuelitos fue consumido por las llamas. Otro siniestro ocurrió en el sector Pedro León Gallo.
La casa que Alberto Reyes, de 88 años, e Irene Badilla, de 91, construyeron con sacrificio tras el maremoto que devastó Coliumo, quedó reducida a cenizas tras un incendio que se desató a las 2:00 horas de ayer en la caleta. La tragedia fue doble para la pareja de abuelitos, pues el palafito que sería su vivienda definitiva se encontraba al lado y también se quemó, así como un tercer inmueble que también sufrió el efecto de las llamas.
Ambos adultos mayores eran conocidos vecinos del sector y habían desarrollado toda su vida junto a la pesca. Ya retirados, disfrutaban de días apacibles en Coliumo pero hace 3 años, la desgracia los golpeó por primera vez. El tsunami se llevó todo lo que tenían, pero gracias al apoyo de sus hijos, lograron construir otra casa, mientras aguardaban por uno de los palafitos que le había otorgado el Serviu.
Alberto ya había recibido las llaves y contaba los días para habitar su nueva casa. Pero todo cambió durante la madrugada.
"Mi señora se levantó al baño y en vez de prender la lámpara, encendió una vela. Pero se le cayó y el fuego agarró su ropa y la cama", dijo el ex pescador.
Al ver a su mujer en llamas, Alberto la tomó en brazos y la sacó a la calle, gritando por ayuda, mientras apagaba el fuego, que quemó las piernas y la espalda de Irene. Los vecinos salieron alarmados y dieron aviso a bomberos.
Sin embargo, la labor de los voluntarios de Tomé se complicó e incluso se requirió la ayuda de personal de Bomberos de Penco y de Concepción.
Tras el incendio en la primera casa, las llamas se extendieron al palafito colindante. Según relataron dos trabajadores que dormían al interior, ellos tuvieron que saltar desde el balcón, pues las escaleras de acceso estaban envueltas por el fuego.
"Nosotros no contamos con grifo, ni tampoco con agua potable. Quienes tienen ese servicio son muy pocos. Y quizás, si hubiéramos contado con agua, se hubiera podido hacer un poco más. Lo que más nos duele, es que cuando el Presidente estuvo en la zona, nos prometió que iba a solucionar ese problema. Pero los años pasan y todavía nada", indicó María González, presidenta de la junta de vecinos de Coliumo.
Durante la mañana, Irene descansaba en la casa de sus vecinos. "Me quemé y me llevaron al hospital, pero me dejaron volver a la casa. Estoy adolorida y triste, porque ni siquiera salvamos algo de ropa", contó la anciana.
Según comentaron los abuelitos afectados, sus vecinos los asistieron en cuanto pudieron. Además, equipos de la Municipalidad de Tomé llegaron hasta el sector para proporcionar a los adultos mayores algunos bienes de primera necesidad. Al respecto, la alcaldesa Ivonne Rivas señaló que "estamos a la espera que se entreguen los informes bomberiles para entregarles una vivienda de emergencia". J