A su drama se suma el complicado estado de salud de un tío. El hombre se quemó las vías respiratorias durante el siniestro y está conectado a un respirador mecánico, con riesgo vital.
Un voraz incendio destruyó casi por completo la casa de una familia en la que vivían diez personas. Todas ellas, ahora duermen en el patio. Su situación es dramática, pues entre ellos se encuentra una abuelita junto a sus nietos y una joven que está en su noveno mes de embarazo.
Luz Torres Marín, dueña de casa, contó que "ese día la casa quedó toda envuelta en llamas y se quemó todo lo que teníamos adentro. Por suerte las paredes quedaron en pie y estamos tratando de levantarnos de a poco. Nuestros vecinos nos han ayudado harto, porque nos han visto pasar frío".
En la villa Los Presidentes de Chiguayante, todos conocen su triste historia, pues los han visto dormir a la intemperie. Durante los primeros días, mientras los escombros aún eran retirados, dormían en la calle, entre sus colchones calcinados, pero durante las últimas horas armaron un pequeño techo en el patio, en donde pernoctan todos juntos. Según indicaron, están agradecidos de sus vecinos y amigos.
Junto a la preocupación por reconstruir su casa con los pocos materiales que han podido juntar, se suma el debilitado estado de salud de Gabriel Torres Marín, el hermano de Luz.
El hombre resultó con graves quemaduras internas luego que respirara fuego durante el siniestro, mientras intentaba recuperar algunas especies. Tras ello, Gabriel fue trasladado de urgencia al Hospital Regional en donde se encuentra internado y conectado a un respirador artificial.
"Estamos un poco resignados a perderlo, pues el pronóstico que nos hacen no es bueno", explicó Luz, con profunda tristeza a La Estrella. J