Manuel Muñoz González
La muerte de un juez de línea en Colina (Región Metropolitana), a manos de un jugador que no quedó contento con un fallo y regresó con un arma con la cual disparó a mansalva, generó la preocupación sobre lo que ocurre en las canchas del fútbol amateur y, principalmente, con los árbitros.
Jueces del balompié local, junto con lamentar la situación ocurrida en Colina, que además dejó cuatro lesionados, dieron a conocer una serie de hechos que deben enfrentar a la hora de vestirse de negro y dirigir en las canchas de la zona. La mayoría de lo que viven es positivo, relacionado al amor al deporte, pero también deben soportar desagrados.
"Son comunes las amenazas, los insultos. Sé de colegas a los que los han agredido. A mí hace algunos años un jugador me pegó por atrás y me quebró la mandíbula", relata un juez de la Asociación Barrio Norte, quien prefirió resguardar su nombre.
Con más de 20 años en el rubro, el hombre de negro sostiene de todas maneras que arbitrar "es algo que a uno lo apasiona, me gusta. A la mayoría de los que estamos en esto nos apasiona el tema, por eso seguimos. Todos tienen sus trabajos, pero esto lo hacen incluso por hobbie o para mantenerse activos físicamente", agrega.
Concentrados
"Llevo 15 años en esto, y claro que uno a veces vive amenazas de jugadores que han sido expulsados, un típico 'te espero a la salida', pero en mi caso no ha pasado más allá de eso. Acá uno tiene que estar súper concentrado, porque cualquier error se te vienen encima", comenta Rubén Muñoz, quien dirige en la liga de San Pedro, a su juicio "una de las más complicadas". "Las canchas de Boca Sur, de Spring Hill, Michaihue son las más difíciles", añade.
Por su parte, el árbitro Luis Rivas, que pita en ligas de Conce, Barrio Norte, Hualpén, Talcahuano y Hualqui, afirma que "en este rubro hay problemas graves en todos lados, y se sigue dando. El público que llega, a veces viene con alcohol y fomenta la violencia. Muchas de las acciones vienen de afuera y provocan las riñas luego dentro de la cancha", expone el juez de 64 años, quien sin embargo destaca que las canchas son una pasión que es difícil dejar.
"Llevo más de 30 años en esto, uno ya sabe manejarse dentro de la cancha. Acá uno lo hace por vocación, porque le gusta estar en el fútbol amateur, es arriesgado, pero uno lo lleva dentro", subraya Rivas, quien se dedica a diario a trabajar de asistente de educación en un liceo.
dirigente
Entre las formas que han implementado las propias asociaciones a fin de aminorar cualquier tipo de actos violentos, son las duras sanciones a jugadores y clubes que incurran en ellos, tal como ocurrió, por ejemplo, con el club Unión Las Torres de San Pedro, suspendido de participar en todas las series por el resto del año, por la riña de jugadores de una de sus series con hinchas del club Juventud Spring Hill.
"Hay asociaciones que aplican el reglamento de sanciones y castigos al cien por ciento, lo que es bueno, porque se toman las medidas necesarias para evitar este tipo de agresiones y para que el resto no las cometa", afirma Edgardo Rodríguez, presidente de la Asociación de Árbitros de Talcahuano.
El dirigente añade sin embargo que "las agresiones que sufren los árbitros en el fútbol amateur han ido creciendo, debido al poco control con la venta de alcohol en las cercanías de los recintos", comenta.
"Acá hay que tener carácter y hacerse respetar, además de saber manejar situaciones con los jugadores".
Luis Rivas,, juez fútbol amateur