Las mujeres lideran las tareas de reparación en Talcahuano
Especialmente en la villa Cruz del Sur, ellas se encargaron de los arreglos y de coordinar a los voluntarios.
Martillo en mano y arriba del techo de su casa, donde además tiene una pensión, Patricia Bustos Torres estuvo reparando las planchas que se perdieron tras el paso del tornado por la población Cruz del Sur.
"Se volaron algunos techos y ayer estuvimos desde la mañana temprano clavando y lo pudimos reponer, pero para esta parte de más arriba no teníamos material y recién hoy pudimos comprar", contó la propietaria de la casa, sin bajarse de la vivienda, porque cada minuto cuenta, si se tiene en consideración que las lluvias y el viento podrían seguir los próximos días en la zona.
Señaló que no se le hizo difícil subirse a la vivienda, pues es algo que hace desde niña, cada vez que se requiere, "ahora estoy trabajando con don José, que es un venezolano que vive en la casa, y con don Víctor, que anda con un grupo de voluntarios de la Iglesia Adventista, que vinieron a ayudar acá a la villa".
Contenta porque el sol apareció finalmente en ese sector de Talcahuano, Patricia dijo que "el tornado pasó de forma aleatoria por aquí, y el 99% de las personas que viven en el barrio son adultos mayores, entonces no es sólo el daño de las casas, sino las dificultades que puedan tener los vecinos para comprar los materiales y reparar".
En el club deportivo social Los Cóndores también se organizaron para ir en ayuda de los vecinos de Cruz del Sur, aunque ellos mismos están sin electricidad en sus viviendas.
"Hay jugadores del club arreglando los techos de las casas, y como directiva estamos dando tallarines a la gente del sector, y también a los voluntarios que han venido a ayudar", dijo Javiera Fuentealba.
Ella y otras socias del club sirvieron almuerzo a todos quienes se lo pidieron, desde la parte de atrás de un auto, improvisado como cocina móvil.
En su propia casa, en tanto, Gabriela Almonacid se preparaba para ofrecer pollito y arroz a los desconocidos voluntarios que la ayudaron a reparar parte del techo de su casa.
"Se nos cayó el techo de la cocina y de los dormitorios, entonces tengo que hacer algo rápido, porque no tengo mucho espacio para cocinar, pero acá estamos poniéndole ñeque", contó la mujer, en el único rincón de su cocina que quedó intacto tras el paso del tornado por ese sector de Talcahuano.
"No tengo mucho espacio para cocinar, pero acá estamos poniéndole ñeque"
Gabriela Almonacid