Contundente victoria del púgil Valderrama
Penquista se quedó con la pelea en el gimnasio del Brasil frente al boliviano Maikoll Loayza.
José Manuel Castillo
Bajo la atenta mirada del juez David Leal se produjo la caída del púgil boliviano Maikoll Loayza a manos del penquista Juan Valderrama. De esa forma se decretó el nocaut técnico a los 55 segundos del cuarto round. Luego vino la algarabía, los aplausos y las felicitaciones de todos quienes asistieron al gimnasio del Colegio Brasil de Concepción.
El combate partió con el boliviano buscando de zurda, mientras las ágiles escapadas del penquista provocaban las primeras aclamaciones del público. El oriundo de Barrio Norte arremetía de derecha e izquierda al rostro del rival, quien buscaba los amarres como una forma de aguantar los embates del chileno. Aparte de eso había mucho estudio. Sin embargo las combinaciones de Juan, con rectos de izquierda y uppercuts al rostro de Loayza llevaba el combate hacia las esquinas. En medio de los primeros amarres se produjo un cabezazo que terminó con cortes en los ojos de los dos boxeadores, aunque el del boliviano fue más grave. Sin embargo, todo controlado por el enfermero de turno Pablo Sanhueza.
En la segunda vuelta continuaron las potentes combinaciones de Juan hacia la parte superior del altiplánico. Gracias a las indicaciones de su esquina empezó también a buscar el golpe a la zona hepática. El boliviano se defendía de forma correcta y saliendo al ataque con violentos rectos los cuales eran aguantados de forma correcta por el nacional. El traslado por el ring terminaba siempre en las esquinas. Loayza se defendía con todas su fuerzas para salir de las cuerdas. Toda la acción terminaba en fuertes aplausos del público.
En la tercera vuelta Valderrama llegó con una pequeña hinchazón en el ojo. Mientras el boliviano metía la cabeza y buscaba el amarre. Salía el altiplánico con derechazos y jabs a la cabeza del chileno quien arremetía con una nueva arma: el gancho de derecha, especialmente duro, a lo que el visitante respondía con amarres en las esquinas. Los golpes al estómago lo hicieron que Loayza pusiera las dos rodillas en el suelo, luego cae por segunda vez cerca de la esquina y el conteo llega a los ocho segundos. Hasta el fin del tercer round el combate no salió de las esquinas.
En el último round, el boliviano se dio un abrazo con Valderrama quien volvió a dar un duro gancho de derecha y con Loayza buscando jabs. Sin embargo no pudo más. Volvió a caer por tercera vez. El entrenador lo conminaba a seguir, mientras las combinaciones de Juan continuaban y se enredaba la pelea. Juan se afirmaba con la derecha y remataba con la izquierda. Ello provoca la cuarta caída y el árbitro detiene la pelea. Juan da un pequeño salto, se abraza con su entrenador Marcelino Reyes, su preparador físico Víctor Garrido y su compañero de gimnasio Rolando Fontealba. Todo terminó con aplausos de los casi 200 asistentes y un trofeo.
"Quiero agradecer el trabajo de gimnasio que me sirvió muchísimo para sacar adelante esta pelea. Arriba escuchaba mi nombre y me motivaba más para seguir adelante. Creo que fue una actitud inmadura la mía al intentar noquearlo desde un principio y eso retrasó el nocaut, pero gracias a mi entrenador, a mi PF y al apoyo emocional de mi familia ganamos esta pelea. Gracias a que no se me inflamó el corte me pude enfocar", señaló Valderrama tras bajar del ring.
"Siento que no fue mi mejor pelea, sé que no saqué las mejores manos, pero lo pude sacar adelante. Encuentro que a diferencia de la pelea anterior con el peruano, esta vez le apunté mejor a la cara. De todas formas creo que he madurado en estas peleas y quiere decir que tengo un buen plan de trabajo y que estamos haciendo bien las cosas", añadió.
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