La "Economía Circular" es un concepto del que se habla mucho, aunque no todos conocen. Sin embargo, no es difícil de entender: actualmente cada uno de nosotros genera 1,1 kg de residuos diariamente, de los cuales un gran porcentaje (más del 50%, según el último estudio del Ministerio de Medioambiente) corresponde a residuos orgánicos, pero también hay otro porcentaje importante de residuos que se podrían volver materia prima de procesos productivos, como el vidrio, papel, cartón y plásticos de diversos tipos.

Acá es necesario preguntarnos qué estamos haciendo actualmente con todos estos residuos. Lo que llamamos coloquialmente basura, lo entregamos al camión recolector o al contenedor que tengamos más próximo a nuestras viviendas. Esto se llama Economía Lineal, es decir, las materias primas se extraen del planeta, éstas se convierten en productos, luego se comercializan, nosotros las compramos, usamos y desechamos. Eso es lineal.

La Economía Circular, en cambio, intenta que no desechemos los residuos, sino que lo reciclemos o reutilicemos, ya sea para que vuelva a entrar al proceso productivo y así utilizar menos materias primas en los procesos y así dar un respiro al planeta, o para utilizarlas en nuestros hogares, todo esto a través de un ciclo.

Un ejemplo los textiles, recordemos que la industria del retail es la segunda industria más contaminante, por su consumo de agua y químicos en la confección de la ropa. Entonces, ¿por qué no reutilizarla o reciclarla? En el reciclado de ropa ya hay varias empresas que lideran campañas, y en la reutilización, una camisa vieja puede convertirse en un cojín o un vestido transformarse en una bolsa para ir al supermercado.

Ideas hay muchas, dejemos de pensar en nuestras cosas como desechables, démosles un nuevo uso, reutilicemos, reciclemos.

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