Redacción
"Este fusil es un arma de guerra y necesitamos recuperarlo por la seguridad de la ciudadanía". Así lo señaló ayer el comandante Fernando Grandón, fiscal militar que lleva la causa en contra de los centinelas por el robo de dos fusiles ocurrido durante la madrugada del 10 de abril desde el interior del Regimiento Chacabuco, en Concepción. Uno de ellos ya fue recuperado, pero del segundo -un SIG modelo 542, calibre 7.62 milímetros-, todavía no se tiene rastro.
"En el caso del primero, teníamos indicios de dónde podía estar, pero con el segundo ha sido más difícil", sostuvo Grandón, quien agregó que "hacemos un llamado a cada ciudadano noble a que si tienen alguna información sobre el arma la hagan llegar a la Fiscalía Militar".
De acuerdo a los antecedentes proporcionados ayer por la entidad militar, a los dos conscriptos que están en prisión preventiva, y que en un principio señalaron haber sido víctimas de un presunto asalto, se sumó un tercero. Todos están siendo investigados por el delito de "Hurto de Material de Guerra".
Arriesgan cárcel
Sobre este proceso, el comandante Fernando Grandón señaló que "es importante aclarar que en la Justicia Militar tramitamos bajo secreto de sumario, por lo que no podemos entregar el contenido de la investigación. Sobre el hecho ocurrido, los tres soldados implicados están en prisión preventiva, acusados por la causa de Hurto de Material de Guerra".
El investigador aclaró que "esta condición puede ser modificada o revertida por la corte (militar), que también puede solicitar nuevas diligencias. El tercer implicado, que fue detenido horas después del robo, también corresponde a un soldado conscripto".
De las penas a las que se arriesgan los acusados, si es que son declarados culpables del delito que se les imputa, el oficial manifestó que "esto es un hecho muy grave y la pena va de cinco años y un día hasta veinte años de presidio en una cárcel normal. Ellos ahora están separados en un cuartel militar".
Respecto al posible motivo detrás del robo de los fusiles, indicó que "es una de las circunstancias que tenemos que investigar, lo cual será indagado cuando estemos más avanzados en la causa".
Consultado si se indagan otros delitos asociados al robo del armamento, como consumo o tráfico de drogas en el regimiento, Grandón indicó que "todavía estamos analizando eso, pero lo primero es encontrar el fusil y saber la motivación".
Cabe recordar que la citada madrugada, los conscriptos señalaron haber sido asaltados por desconocidos, quienes los agredieron. De hecho uno presentó lesiones en el rostro y otro cortes en una de sus piernas.
7.62 milímetros es el calibre del arma del regimiento que todavía no ha sido encontrado.
10 de abril en la madrugada fue cuando se sustrajeron los dos fusiles SIG, modelo 542.
1.018 estudiantes tiene el Liceo Comercial de Coronel, ubicado en el sector Yobilo.