Alfonso Levet G.
Frente a la municipalidad lotina se congregaron decenas de familias del comité por el proyecto Lota Green, para exigir al alcalde que se agilice la firma del permiso de edificación.
El denominado "megaproyecto", que se emplazará donde actualmente están las ruinas de la fábrica de ladrillos y cerámicas, beneficiará a 600 familias, que desde 2010 esperan por una solución habitacional.
"Llegamos a manifestarnos porque la directora de la dirección de Obras se negó a firmar el permiso de edificación del proyecto", afirmó la dirigenta Marcela Arriagada, quien ha estado al frente del comité desde sus inicios, tras el terremoto de 2010.
Dicho rechazo habría ocurrido "producto de una modificación del proyecto, porque se determinó que 22 familias tienen movilidad reducida por discapacidad, lo que derivó en cambios al diseño".
Con anterioridad, la iniciativa enfrentó sucesivas observaciones, debido a que "el lugar donde se va a construir tiene carácter patrimonial", explicó la representante del comité.
Durante la tarde de ayer, y luego de diversas gestiones, la empresa ingresó el proyecto y se pagó el permiso de edificación, lo que dejó un poco más tranquilas a las familias.
Municipalidad de lota
El encargado de Vivienda de la Municipalidad de Lota, Guillermo Rodríguez, afirmó que "una de las tareas que quedaba pendiente era la modificación del proyecto de edificación, que corresponde al número de departamentos para familias en situación de discapacidad y el diseño de los departamentos".
Sin embargo, según explicó el funcionario, la no aprobación del permiso de edificación se debió a "algunas dudas que tenía la Dirección de Obras del municipio, y se rechazó mientras no tuvieran la seguridad que el terreno estaba saneado".
Esas dudas, finalmente, quedaron despejadas tras la jornada de ayer. "El terreno está en un proceso de expropiación, con un decreto firmado en febrero, para estar inscrito a nombre del Serviu faltan aproximadamente tres meses", expresó Rodríguez.
Complejidades
Otra de las complejidades que explicaría lo extenso que se ha vuelto el proceso para la gente que conforma el comité, es que el mega proyecto tiene diversas variables.
Es así que, además de la evidente necesidad habitacional, la iniciativa requiere de soluciones patrimoniales, y también viales.
"Hemos tenido una participación activa en el desarrollo del proyecto, eso hay que reconocerlo", afirmó Marcela Arriagada.
"Originalmente el acceso iba a ser por un solo lado, con una rotonda, pero posteriormente se determinó que habría una calle que conecte hacia Lota Alto", sostuvo.
La dirigenta está ilusionada, porque "el lugar tiene una vista preciosa y es un muy buen proyecto, pero se ha dilatado por la habilitación del terreno".
"Lota Green es un muy buen proyecto, pero se ha dilatado por la habilitación del terreno".
Marcela Arriagada, dirigenta